- Realmente, no sé si vale una misa, pero sí que vale un viaje o dos.
- Los que me conocéis, sabéis que París es mi segunda ciudad. Adoro esa urbe, sus calles llenas de historia, la cultura que emana por cada una de sus antiguas paredes, el "Savoir faire" como dicen ellos. Amo esa ciudad que me robó el alma desde la segunda vez que pisé sus empedradas calles.
He de reconocer, que mi primer viaje a esta ciudad, (cuando contaba sólo con dieciséis años), fue algo horrible. Me pareció una ciudad cara, con gente snob, chulesca, mal educada y que te miraban mal cuando no te entendían, aunque tu hicieras el esfuerzo por hablar su lengua.- Si bien, supongo que la gente no ha cambiado, al hacerte mayor, aprendes a discernir entre lo que vale la pena y lo que no. No conozco tantos parisinos para saber si valen la pena, (aunque los que yo me he encontrado, han sido lo suficientemente amables y simpáticos, para llevarme un buen recuerdo de ellos), pero lo que no puedo negar, es que París, como ciudad, me tiene enamorada.
¿Por qué en un blog que, en teoría va sobre la publicación de mi primer libro, hablo de París? Os preguntaréis...- Pues, porque durante mi ultimo viaje a esa ciudad, mientras me encontraba en una pequeña, pequeñísima buhardilla de no más de veinte metros cuadrados, con unas vistas magníficas a los tejados de la ciudad, cosa que aunque a alguien pueda parecerle aburrido, es de lo más atrayente, (cuando vayáis a París, buscad un lugar donde ver los tejados y ya me diréis), mientras empezaba a nevar, (cosa que por cierto, odio), fue cuando, la inspiración, empezó a provocar en mi mente la escritura de un nuevo libro.
Por suerte, tengo la manía de llevar siempre una libreta en el bolso, así cuando mi mente empieza a funcionar y a pensar, puedo anotar cualquier idea que surja de ella, para luego ver si puedo o no usarla en mis novelas.
Uno de los lugares más bonitos de París, aunque no es mi favorito, es el Jardin du Luxembourg, llamado "Luco" por los residentes. Allí se encuentra el Palais du Luxembourg, que ahora es la sede del Senado Francés, pero que antaño fue hogar de María de Medici, una de las reinas regentes que ha tenido Francia y quien hizo que realizaran unos trabajos exquisitos y delicados en la decoración de los jardines.
En mi paseo, mientras admiraba las estatuas de las diferentes mujeres que han sido importantes en la historia de Francia, me acerqué a una de ellas que tenia el nombre casi borrado. Observé su rostro, y la delicadeza de su cara me trasmitió serenidad e inspiración, y, no preguntéis porqué, pero tuve que sacar la libreta y empezar a escribir. Fue tan curioso, que cuando llegué al apartamento quise saber más sobre a quien representaba aquella estatua. La verdad es que la sorpresa fue mía, pero... ¿Sabéis una cosa? Hoy estoy hablando de París, mañana os cuento la historia de este personaje. ¿Ok?- Bueno, pues, como os decía. Me senté en un banco del jardín y a pesar del frío que hacía, (y no me gusta el frío), bajo los pocos rayos de sol que empezaron a surgir, empecé a escribir. Las imágenes llegaban a mi mente como si se tratara de una película y casi, casi, no me daba tiempo de anotarlas todas.
Así surgió una nueva historia, aunque fue llegar a España y las musas desaparecieron. ¡ Uyyy...! ¡A ver si tengo que volver a París! ¡No! Realmente, no necesito una excusa para volver.
Cuando el turista de a pie, va a la ciudad de la luz, se encuentra, (como todos los turistas), con lo típico:
La Tour Eiffel, Notre Dame, el Sacre Coeur. Por ello, dejad que yo os incluya algunas de mis mejores fotos de la ciudad, aunque hay muchas más.
- ¡Savoir vivre! Mes curieux lecteurs... O lo que es lo mismo: ¡Slow Life!
jueves, 10 de febrero de 2011
París bien vale una misa
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para cuando ,para cuando el viaje!!!!
ResponderEliminarEnhorabuena Gloria por tu forma de escribir y expresarte. Te deseo toda la suerte con tus publicaciones, seguro que la tendrás.
ResponderEliminarTracy, no me lo digas dos veces!! Yo ya estoy preparada. ;-)
ResponderEliminarToni, simplemente, gracias por tus palabras y que las musas te oigan.
No sabes tu lo mucho que viajo por mi trabajo y nunca he estado en Paris. Te aseguro que despues de tu entrada mi proximo viaje de ocio va a ser a esa ciudad. Ya me pasara por Face algun lugar secreto que visitar. No dejes de escribir, nunca.
ResponderEliminarTuve el inmenso placer, o quizas suerte, de compartir esos viajes contigo.
ResponderEliminarParis nunca me llamo la atencion hasta que hice el primer viaje, la verdad es que me enamorò la arquitectura, los museos los secretos que guardan algunas zonas que creo que los parisinos de nuestra edad tal vez no conozcan.
Esto es para Marco:
No tengo el placer de conocerte, pero te dare un consejo.
Cuando vayas a Paris los lugares secretos aparecen solos, ese es su encanto, la sorpresa de ver algo nuevo que no sale en las guias, el investigar, indagar sobre zonas que posiblemente poca gente conozca, y sobre todo no vayas de hotel, coge un apartamento cerca del senna y los lugares se revelaran solo paseando por los rincones escondidos.
Un saludo y encantado de conocerte, buscame en facebook y mantenemos conatacto, y si ves a Miriam dale un abrazo de mi parte.
Glory es la mejor, recuerdos a Juan.
ResponderEliminarPues gracias Anónimo. Aunque me hubiera gustado saber quien eres.
ResponderEliminarIgualmente, sólo por ese comentario, te mereces mi más sincero abrazo. Y no te beso porque no se a quien se lo mando, que conste.
;-)