viernes, 11 de febrero de 2011

Clemence D'Isaure


Ayer no quise contar el misterio de esta mujer, para no juntarla con lo que os contaba sobre París, aunque está muy relacionada con la Francia misteriosa que, a veces, los foráneos no conocemos, e incluso diría, que, seguro, muchos franceses desconocen.

Antes de contaros la historia, he de decir que ha llegado hasta mí, a través de una obra que se llama "Autoretrat", de la escritora Mercè Rodoreda, una historia que, al parecer le ocurrió a ella, aunque es muy similar a la mía.

Un día gris de hace muchos años, ella también estuvo en París. Hacía mucho tiempo que no escribía, pero siempre llevaba una libreta en la mano. Salió de una brasería y se fue a pasear por esos mismos jardines y a observar las mismas estatuas que yo pude ver. No sé si volvió a escribir, pero se quedó tan embelesada con esas estatuas, como yo, que incluso se fijó en ellas, hasta el punto que se detuvo a mirar cuantos dedos les faltaban, cosa que cuenta en ese "Autoretrat"
Sólo quería haceros partícipe de esta historia, pues me ha parecido muy curiosa por las coincidencias del lugar y de los hechos y porque en aquel momento, Mercé Rodoreda no era la gran escritora si no solo La Mercé.

La leyenda de Clemence D'Isaure empieza con la independencia de los miembros del consistorio de "Du Gai Savoir" ,(El saber alegre o Buen Saber), un grupo de escritores y poetas de Toulouse, para formar " La Académie des Jeux Floraux" o lo que aquí llamaríamos La Academia de los Juegos Florales.
Con su independencia deseaban realizar un concurso anual que eligiera a los mejores poetas de la ciudad, pero los consejeros del parlamento de Toulouse, no vieron con buenos ojos la institución de la academia y eran reacios a la financiación de ese concurso. Con la imaginación que las musas les dieron, al ser escritores y poetas, para conseguir tan anhelada financiación, los componentes de esta nueva academia decidieron inventarse a la señorita Clemence D'Isaure, y explicaron al parlamento que era una rica señora, que al morir había donado todos sus bienes a la ciudad, siempre y cuando el concurso de Los Juegos Florales se realizara cada año y se mantuviera en la ciudad de Toulose.
Como los magistrados del parlamento les pidieron pruebas de ello, los académicos decidieron utilizar la tumba de Bertrande Ysalguier, en la cual se exponía una estatua con las manos juntas portando un iris, que simbolizaba la flor del Buen Saber, (Gai Savoir), inventándose todo un pasado sobre esa mujer inexistente, falsificando y creando todo tipo de archivos sobre ella.
Se supone que esto ocurrió hacia el año mil trescientos veintitrés, pues fue cuando la Academia se instituyó y se celebraron los juegos cada año hasta mil cuatrocientos ochenta y cuatro, bajo la compañía de los siete trovadores.

Un siglo mas tarde y con el fin de ser leal a la leyenda de Clemence D'Isaure, la estatua de la tumba de Bertrande Ysalguier, fue modificada. La cabeza fue reemplazada, las flores fueron substituidas por un rosario en la mano derecha, y la carta de los juegos florales en la izquierda, eliminando incluso a un león que acompañaba la estatua original.

Hay un vacío histórico que nos hace desconocer si los juegos florales siguieron desde mil cuatrocientos ochenta y cuatro o si fueron repuestos posteriormente. Lo que es cierto, es que hoy en día, en Toulouse, cada 3 de mayo, en la sala de los Ilustres del Capitolio, Clemence D'Isaure, la bienhechora e inspiradora de los poetas, sigue otorgando los premios del concurso, y ese mismo día, son bendecidas las flores antes de ser presentadas en la ceremonia de entrega.

Para que comprendáis hasta donde influyó Clemence D'Isaure, el mismo año de la fundación de la academia y gracias al rey Juan I de Aragón, "El Consistorio de la Gaya Ciencia", se instauró en Barcelona y se mantuvo hasta el siglo XV.

Los juegos florales de Barcelona volvieron a instaurarse en mil ochocientos cincuenta y nueve, gracias a Antoni Bofarull y a Victor Balaguer, con el lema, "Patria, Fides, Amor", en alusión a los tres premios que se otorgaban:

La Flor Natural, a la mejor poesía de amor.
La Englantina de oro, a la mejor poesía patriótica.
La Viola d'Or i Argent, al mejor poema religioso.

Habiendo también otros premios ordinarios y otorgando a quien se llevara tres de esos premios, la investidura como "Mestre de Gai Saber"

La estatua de Clemence D'Isaure se encuentra en los Jardines de Luxemburgo junto a las estatuas de algunas de las mujeres más importantes de la historia de Francia. Supongo que, aunque no sea real, ella fue tan importante como para formar parte de la inspiración de los poetas y escritores.

A mí verdaderamente me inspiró sin conocer quién era, ni su historia.

Lo único que a veces pienso, desde que conozco la leyenda, es que la pobre Bertrande Ysalguier se quedó sin estatua y sin nombre, pero supongo que a eso se le llamaría hoy en día, daños colaterales.

Feliz fin de semana, slow life, aunque dicen que viene frío, y muchos besitos.

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