¡Hay que verlo, para poder contarlo!
Retomando el tema del arte, la historia y la cultura, creo que el tema de hoy merece una mención especial.
Quien haya estado en el Palacio de Versalles, comprenderá mis palabras, aunque no voy a hablaros sólo de arte, si no de la vida de los privilegiados que habitaron entre sus muros.
Todo empezó allá por el año mil seiscientos veintitrés, cuando el rey Louis XIII construye un refugio de caza de menos de ciento cincuenta metros cuadrados, para alojar a sus amigos durante su entretenimiento favorito, siendo ampliado sucesivamente hasta mil seiscientos treinta y seis.
A la muerte del rey, en el cuarenta y tres, Versailles permanece cerrado durante ocho años, pues su sucesor, Louis XIV, tan sólo tiene cinco años cuando sube al trono. El niño, vive en París, en el Palacio Real del Louvre, pero a medida que va creciendo, decide vivir en otras residencias reales, pues ninguna le complace plenamente, hasta que en mil seiscientos cincuenta y uno, con tan sólo trece años, se enamora de Versailles.
Tras la muerte de su regente y con veintitrés años, sorprende al gobierno tras decidir que desea gobernar en solitario, entrando en una monarquía absolutista en la cual todo, absolutamente todo, era decidido en última estancia por él. En veintiún años, Louis XIV se convierte en el monarca más poderoso de Europa, obteniendo el nombre del rey sol por todos los territorios que domina, todas las batallas ganadas y todos lo problemas solucionados, entre ellos los de la corona española que arregló poniendo a su nieto, Felipe D'Anjou como rey de España. ¡Muchas gracias Louis, esa parte estuvo de coña! (Esto es ironía...)
Bueno siguiendo, con la historia...
Versailles siguió de remodelación en remodelación, haciendo del Castillo uno de los Palacios más maravillosos de Europa. En mil seiscientos sesenta y cinco se instalan las primeras estatuas en el jardín, (hoy cuenta con trescientas setenta y dos), y en mil seiscientos setenta se construye el primer Trianon. El palacio sigue sufriendo cambios estéticos hasta mil setecientos diez que se termina la construcción de la capilla Real, pero Louis XIV no espera y en mil seiscientos ochenta y dos deja el Louvre y convierte el palacio de Versailles en la residencia oficial del rey, cosa que hace que los cortesanos empiecen a construir pequeños palacetes para estar cerca de él, y que la corte, que tenía entre tres mil y diez mil cortesanos, se instale en su totalidad alrededor de Versailles.
Un dato curioso es que en mil seiscientos setenta y nueve se termina la construcción de la galería de los espejos. En esa época, tener un pequeño espejo, te convertía en una persona opulenta, pues el material con el que estaban hechos era tan caro, que sólo los más pudientes podían tener uno. La galería de los espejos es el símbolo de la opulencia real y es la primera vez que la gente puede verse de cuerpo entero.
No sé si en la foto se observa bien, pero... la galería mide setenta y tres metros de largo y hay más de cuatrocientos espejos. ¿Cúan millonario era Louis XIV?
Cuando muere el rey a la edad de setenta y siete años, (cosa anormal en esa época), el rey ha sobrevivido a sus hijos herederos, e incluso a sus nietos y decide que su sucesor, sea su bisnieto, el pequeño, Louis, duque D'Anjou de cinco años, convirtiéndose en Louis XV.
Su regente, a pesar que el rey ha nacido en Versailles, traslada la residencia real de nuevo al Louvre e intenta, (por suerte, sin éxito), demoler el Palacio, pues cree que de ese modo el reinado del Rey Sol (llamado por muchos como la mejor época de Francia), se eclipsará y quedará en el olvido.
A pesar que Louis XV no tiene una predilección especial por Versailles, decide trasladar de nuevo la residencia real al palacio cuando cuenta doce años, y aunque emprende varias remodelaciones y ampliaciones del mismo, él, por su parte prefiere refugiarse en los pequeños departamentos, en los áticos o en el Gran Trianon, así como en residencias colindantes al palacio.
Tras varias remodelaciones donde se destruyen algunos edificios edificados por su bisabuelo, para edificar nuevas alas y dependencias, se construye el teatro y la opera, un proyecto parado por las escasas finanzas de la corona, pero que es inaugurado, justo para la boda de su nieto, el malogrado Louis XVI de Francia con Mª Antonieta de Austria. Él tiene dieciséis años, ella, quince.
Las remodelaciones en Versailles, son paradas durante el mandato de Louis XVI, pues, a pesar que el rey es conocido por su cultura y su intelectualidad, sólo se decide la remodelación del pequeño Trianon, para que Mª Antonieta pueda recibir a sus amigo más íntimos, y el Pueblo de Mª Antonieta, cuando se encapricha por la vida sencilla de los pueblerinos y hace construir todo un pueblo en los bosques de Versailles para poder vivir de ese modo.
Podría hablar largo y tendido de la historia de Francia, (aún no sé porqué, pero es un tema que siempre me ha apasionado, hasta tal punto que a veces, creo que tengo algo de sangre gala), pero eso nos desviaría del tema principal, que no es si no, el arte de Versailles, aunque en definitiva, todo Versailles es arte.
El palacio está dividido por dos alas que no son sino los apartamentos del rey y los apartamentos de la reina que están unidos por la galeria de los espejos y los distintos salones privados. Todas las habitaciones eran públicas aunque solo algunos privilegiados podían acceder a la vida diaria de los reyes.
Tres veces por semana, se realizaban las recepciones de la corte, y los salones se llenan de entretenimientos para los cortesanos. El salón de la abundancia es el de las bebidas, el de Diana, el de las golosinas, el de Marte el de baile y el de Mercurio y Apolo el de la música y los juegos. La Galería de los espejos se usaba como sala de paso y allí aguardaban todos los cortesanos para ver si podían acercarse a los reyes. También se usa para algunos grandes banquetes, bodas y recepciones para los embajadores.
El apartamento de la Reina, consta de cuatro piezas, ocupados sucesivamente por cada soberana y sufre numerosas modificaciones, lo que explica la variedad de los estilos decorativos. En este apartamento se realiza la vida “pública de las reina” y en la cama real es donde se alumbran a todos los descendientes de los reyes. Estos nacimientos son públicos para que nadie dude de la legitimidad de los hijos del rey, (cosa que era debida a las numerosas amantes de los monarcas que vivían en la corte). Sobre estos cuartos, existían otros reservados para una vida más íntima, (y visitarlos, será mi sueño jamás cumplido).
Tras la Revolución Francesa, el palacio es tomado por el pueblo y el rey y su familia obligados a trasladarse e instalarse en París. Versailles queda vacío y tras la caída de la monarquía es totalmente saqueado por la masa, e incluso en mil setecientos noventa y cinco, se realiza una subasta pública entre el pueblo de las pertenencias de los reyes, por lo que deduzco que los muebles expuestos en la actualidad, deben ser copias de los orginales.
Durante el mandato de Napoleón, este hace un intento para transformar Versailles en su palacio imperial, pero desiste y ya no se utiliza más hasta el retorno de la monarquía.
El último rey de Francia, Luis Felipe I de Orleans, (1830 a 1848), es quien encarga a su ministro la conversión del palacio en museo, en honor a "Todas las glorias de Francia"
En mil ochocientos setenta, se convierte en cuartel general del ejército de Prusia, durante el asedio a París y en mil ochocientos setenta y uno, el emperador alemán es coronado en la galería de los espejos. Durante la tercera y cuarta república es el centro de las elecciones presidenciales y en mil novecientos diecinueve se firma el Tratado de Versalles, que termina con la primera guerra mundial.
En mil novecientos setenta y ocho es fruto de un atentado por nacionalistas bretones que destroza unas doce salas. En mil novecientos noventa y nueve, un viento que alcanza más de doscientos km/h, sopla sobre Versalles durante dos horas, amaneciendo con un espectáculo desolador. Decenas de cristales del Palacio se rompen y varias cubiertas son arrancadas. Diez mil árboles se ven afectados, de los cuales el ochenta por ciento son de especies raras, entre ellos los dos tuliperos de Virginia plantados por la mismísima Mª Antonieta en mil setecientos ochenta y tres, el pino de Córcega de Napoleón o el árbol más antiguo, plantado durante el reinado de Louis XIV, un roble conocido como Mª Antonieta.
Actualmente Versalles es un palacio nacional puesto al servicio de la presidencia de la República, donde aún se reciben a los jefes de Estado extranjeros, siendo sede del G7 en mil novecientos noventa y dos.
¡Más de tres siglos de historia! Ha resistido atentados, revoluciones, inclemencias meteorológicas, fiestas salvajes y remodelaciones. ¡Si sus paredes pudieran hablar! ¿Cúanta historia podrían contar? ¿Cuántos misterios debe esconder en sus entrañas esta magnífica construcción de más de sesenta y siete mil metros cuadrados?, (de los cuales 50.000 están abiertos al público), ¡Qué no daría yo por poder ver esos diecisiete mil metros cuadrados que faltan!
¡Cúantas voces! ¡Cúantos secretos dichos en sus ochocientas hectáreas de jardines! ¡Cúantas aventuras vividas en sus trescientas hectáreas de bosque!
¡Versailles! ¡Hay que verlo, para poder contarlo!
¡Slow Life! y seguir disfrutando del día a día.