viernes, 29 de abril de 2011

Feliz día de la Madre


El próximo domingo es el Día de la Madre y no deja de sorprenderme que a pesar de haber sido instaurado como tal en mil ochocientos setenta por la poetisa americana, Julia Ward Howe, ya en la antigua Grecia, existiera este día donde se le rendían honores a la diosa Rea, madre de Zeus, Poseidón y Hares, los tres hijos que se repartieron el mundo de los humanos, (vamos, los primeros políticos). No quiero polemizar con este día, pero incluso ellos, los seres más poderosos del mundo según las leyendas griegas, tenían madre.
También es curioso, que a pesar de que cada país tiene diferente Día de la Madre, aquí en el nuestro y cuando el chaparrón de la crisis y del paro está en su máximo apogeo, coincida el Día del trabajador con el Día de la Madre. Parece incluso cómico.
Pero como he dicho, no quiero polemizar un día como ese, pues a pesar de que no me considero la mejor hija del mundo, yo también tengo una madre y para mi, es, ha sido y será un regalo del cielo que me ha convertido en lo que soy.

Siempre me he vanagloriado hasta la saciedad, e incluso diría yo, hasta el punto de ser algo repelente, por la madre que he tenido. Sé que como la mía no puede haber ninguna más y lo sé, porque de ser así, el mundo sería mucho mejor. No es mi intención herir los sentimientos de los millones de madres de todo el mundo, pero quienes conocen a la mía, lo entenderán. Tal como dice el poema de la foto adjunta, madre sólo hay una y para cada uno de nosotros, supongo que la nuestra es única.

Es curioso todos los recuerdos que pueden almacenarse en nuestra pequeña mente, y es singular que todos los que tengo junto a ella, me llenan de alegría, bondad, y entrañable cariño.
Podría contar muchos de ellos, pero sabiendo como es ella, sé que se pondría a pensar si lo que cuento, me perjudicó en algo, si con sus reacciones maternales cortó mis alas o si por querer estar conmigo, hizo que no pudiera dedicarme a lo que mis pensamientos infantiles deseaban.
Da igual que le repita mil veces que tuve una magnífica infancia, da lo mismo que siempre le diga que fue la mejor madre que pude tener, ella siempre se pregunta en que se equivocó, pues, (y supongo que esto es un sentimiento que todos los padres y madres tienen), sus hijos no salieron como ella quiso, y aunque ahora pudiera disfrutar de un merecido descanso como madre, pues todos hemos encontrado nuestro camino, (aunque algunos no lo sepan aún), ella sigue preocupándose por nosotros, sufriendo por lo que nos ocurre, esperando que algún día abracemos el camino que ella nos enseñó y rezando para que volvamos al buen camino.

No sé si lamento que últimamente me digan que me parezco en demasía a ella. Siendo la mejor madre del mundo, debería alegrarme, sabiendo que mis hijos, son y serán mis libros. Ella es perfeccionista, (como madre, no se perdona ni un sólo error), es meticulosa, cariñosa, buena y tenaz, (a veces demasiado, aunque empiezo a acostumbrarme). En definitiva, es magnífica y aunque los años hayan pasado, es la madre más bonita del mundo. 
Con todos esos atributos no me importa parecerme a ella, aún más, y repito lo que he dicho al principio: 
Si existiera en el mundo más gente como ella, el mundo sería mejor.

Creo yo, que para ser madre, has de tener vocación. No es un trabajo del que puedas huir si no te gusta, tienes la responsabilidad de educar a los adultos del mañana y tienes, (creo yo), la obligación de darle las herramientas para que puedan enfrentarse al mundo que les ha tocado vivir. Pero sobre todo, creo que ser madre no es parir y punto. Siempre eres madre y has de dar ejemplo a tu prole. Has de enseñar, guiar, educar, hacer crecer, hacer pensar, hacer que deseen, hacer que crean que pueden, pues la vida ya les mostrará su camino cuando sean adultos, pero en la infancia, en la adolescencia, has de mantener la cordura entre los sueños y el mundo real, para que así no le teman a la vida. Ser madre no es un trabajo en el que puedas tirar la toalla. Ser madre no es ser amiga, no es ser hermana, es ser madre y quien no entienda estas palabras, mejor que ni se lo plantee.

Algunos podrían pensar que no sé nada de ser madre. Tienen razón. No soy madre, sé que jamás lo seré, porque así lo he decidido, pero si sé lo que es serlo, pues tengo el mejor ejemplo de todos. 
Recuerdo que mi madre me decía que ya encontraría mi instinto maternal, (pues ya de bien pequeña, no quería ser mamá), ahora ya no lo busco, pues sé que jamás he tenido esa necesidad y tal como he dicho antes, la maternidad ha de ser vocacional, no una cosa que la sociedad imponga para tener la media de 1'2 hijos por pareja.

Para finalizar, quiero decirle una cosa más a mi madre:

  • Por todo aquello que jamás te he dicho, por todo aquello que jamás he hecho y por todo aquello que jamás te he dado, quisiera con estas simples palabras decirte que has sido, eres y serás la mejor madre que nadie pueda tener, y aunque nuestros caminos corran paralelos, sabes que indudablemente, llegará un punto donde estos se crucen para no separarse más.
Cuando nací, me escribiste una postal donde decías que Dios te había entregado su estrellita más preciada. 

Al crecer, me diste numerosos y buenos consejos, el mejor que me diste fue:
Llena tu vida de bonitos recuerdos, pues vivirás de ellos cuando seas mayor.
E incluso aún guardo tus numerosas cartas, notas y mensajes que encontraba en mi escritorio cuando algo te preocupaba. Recuerdo en especial una en que me decías:
Todo lo que hacemos en la vida va llenando nuestro espíritu y enriquece nuestros recuerdos, adquiriendo experiencia en nuestro caminar. Venimos al mundo con unos dones como la inteligencia, para llenarnos de cultura entre otras cosas y así poder discernir lo que nos conviene.

Supongo que ahora comprendéis un poquito más porqué si hubieran más como ella, el mundo sería mejor.

Sé que en toda la vida no podré alcanzar todos los besos que me diste. Te amo profundamente mamá.

Slow Life y un buen fin de semana.

jueves, 28 de abril de 2011

Lágrimas tardías para Anna Politkóvskaya



Sé que la esencia de la Odisea que escribo en este blog, se perdió hace tiempo cuando me di cuenta que no es tan fácil publicar una novela por los cauces legales. No tengo prisa, pues en mi camino hacia ese final, he descubierto lo más importante, que a la gente que me lee, le gusta lo que escribo, la manera en que me comunico y les interesa de veras aquello que relato, eso debería ser lo más importante para un escritor, y yo, que en mi humildad ya me considero escritora, aunque aún no haya publicado nada, doy las gracias por todos aquellos mensajes de apoyo y agradecimiento que me llegan a través de las redes sociales. Tan sólo quiero daros las gracias.

Aunque parezca que no viene al caso, he de decir que he estado a punto de escribir sobre el "Pupas y su juego sucio", pues aunque creo que el fútbol es tan solo una herramienta del gobierno que lo usa para distraer la atención hacia los verdaderos problemas, tal como hacían los romanos con su "Panem et circenses", ayer me indigné al ver como un ser tan patético puede manipular a su antojo la información y a su vez a algunos periodistas, (los que viven de la polémica y que para mi no lo son), que se dejan manipular por sus palabras.
No voy a gastar más de esas ciento dos palabras para hablar de ese tema, pues cuando terminó el partido, quise buscar en Internet los límites de la libertad de expresión y la influencia que tienen algunas personas, solo por salir en televisión, pero mi ordenador se volvió algo loco y acabó mostrándome el nombre de una persona totalmente desconocida para mí, que tras indagar sobre ella, terminó arrancándome unas lágrimas tardías que quería compartir con todos vosotros.

Anna Politkóvskaya fue una periodista pro derechos humanos que trabajaba en el único periódico que criticaba el gobierno de Vladimir Putin, el Novaya Gazeta. Fue asesinada en Moscú el siete de octubre de dos mil seis, por un asesino que le asestó varios tiros cuando ella entraba en su casa. El ejecutor conocía su dirección a la que se había mudado hace poco e incluso el código de la puerta.
Dicen que iba en contra del Presidente Putin, pero ella siempre decía que Putin le importaba bien poco, que sólo luchaba contra su forma de gobernar.
Con sus artículos denunció la situación en Chechenia, las torturas del ejercito, el genocidio que nadie investigó y las violaciones de los derechos humanos y amenazas de muerte que ella misma vivió en ese lugar cuando fue secuestrada por el propio ejercito ruso.
Ella se preguntaba entre otras muchas cosas: ¿Cuánta gente ha de morir en un lugar para que Occidente lo considere un Genocidio? Luchando incluso en contra de las opiniones de algunos de sus propios familiares que le decían: ¿De que sirve todo lo que haces? Vete a otro país y dedicate a otra cosa.

Yo me digo, que de haberlo hecho, aún seguiría viva. Pero una de sus normas era: "Prohibido Mentir"

¡¡Cuanto más leo sobre su vida, más me gusta esta mujer!!

Otra de las cosas que se preguntaba Anna, era si Putin conocía en su totalidad todo lo que en Chechenia ocurría. Esa pregunta la contestó el ministro de justicia de la época a unos periodistas europeos, cuando dijo: "El Presidente Putin, controla en su totalidad todo lo que ocurre en Chechenia". Este señor, cuando dejó de ser ministro, casualmente, acabó siendo el jefe del fiscal que investigó el asesinato de Anna y concluyó delante de toda la prensa europea, que su muerte fue causada por agentes externos a Rusia que deseaban acabar con Putin y con su Gobierno democrático.

Anna decía que los rusos tienen una superstición muy arraigada que es que nunca has de decir en voz alta lo que te da miedo, pues de esa manera podrías provocar que la tragedia ocurriera. Me pregunto cuantas cosas calló debido a esa superstición.
Ella decía que la libertad era una misión agotadora, pero su lucha no la llevó al agotamiento, si no a la muerte.

Y yo me pregunto simplemente: ¿Cómo vamos a cambiar el mundo si los que tienen el poder para hacerlo tan sólo buscan su propio beneficio?

Cambiando un poco de tema, aunque en verdad, sí tiene que ver con Anna, ayer llegó a mi correo un artículo que decían estaba escrito por un famoso escritor español, conocido por sus artículos polémicos donde usa un lenguaje no muy correcto, (al menos para mi gusto, y eso que cuando escribe libros, es espectacular), donde preguntaba a los españoles esto:

¿Sois idiotas?

Lo primero, es que al parecer, este artículo no era de este señor, si no de otro periodista que lo publicó el año pasado. Curiosamente, alguien lo difundió por Internet adjuntando una foto del escritor famoso, o al menos, así me llegó a mi.
Lo segundo, es que me da igual quien lo haya escrito. Nadie que quiera vivir de este arte, puede llamar o preguntar a sus lectores si son idiotas, pues por el mero hecho de leer, para mí, ya no lo son. Pero, es que además, es curioso como el que escribía, se desligaba completamente de esa idiotez, como si él fuera superior. No preguntaba: ¿Somos idiotas? Preguntaba, hasta siete veces en su artículo: ¿Sois idiotas?
¿Es que acaso él está fuera de esta sociedad que se enerva con el problema de los controladores aéreos pues les impide disfrutar de unas vacaciones y perdona que exista una diferencia de más de tres mil euros sin dietas y más de cinco mil euros con dietas entre el sueldo medio de un trabajador español y el sueldo de un diputado? ¿Es que "denunciar" o escribir sobre ello, lo exculpa de inmediato de la idiotez humana?
Los que escribimos, no estamos NUNCA por encima de los que leen. Sí, podemos denunciar. Sí, tenemos el don de transmitir lo que otros no saben como abarcar. Pero eso no nos excluye de ser parte de esos idiotas que seguimos aguantando que unos pocos tengan el poder de decidir que debemos hacer con nuestras vidas.

La única que no puede considerarse idiota, (al menos para mi), es Anna Politkóvskaya. Que denunció y vivió como una simple refugiada más los problemas de su país. Que se atrevió a luchar contra aquellos poderosos que demostraron que en verdad nuestra vida no nos pertenece. Que sin saberlo se dirigió a un suicidio, por defender la verdad, como tantos otros periodistas que nadie conoce y que también encontraron la muerte en su búsqueda de lo verdadero.

¡Qué miedo tiene la gente a esa simple y tan poderosa palabra! ¡Verdad!

Mis lágrimas, aunque tardías, son para la memoria de Anna.

Yo no tengo tu valor. Me pregunto si queda gente en el mundo que lo tenga.

Un beso allí donde estés.

miércoles, 27 de abril de 2011

El camino hacia la libertad



No voy a poner en duda qué el ser humano es complicado. Todo sin ser psicólogos, cualquiera puede llegar a comprender que nuestra naturaleza no es fácil de entender y que cada persona es un mundo que piensa de múltiples formas diferentes, aunque algunos intenten encasillarnos en grupos según nuestras reacciones, nuestros sentimientos, y/o nuestros pensamientos.

Tengo una teoría de las mías que me dice que el ser humano tiene un conflicto interno y muy profundo con algo tan simple como la verdad. Desde pequeños se nos inculca que mentir está mal, pero a la vez, compruebas que los adultos se mienten a causa de diversas circunstancias; Por no ofender puedes decir a un amigo que su aspecto es inmejorable, cuando no es así, o mentir a tu jefe diciendo que te encuentras mal, cuando lo único que necesitas es un día de descanso, o explicarle a un amigo con el que no has querido quedar que estás demasiado ocupado, cuando estabas tirado en el sofá...etc...etc...
Esas actitudes se quedan impregnadas en la consciencia del niño que se pelea con lo que está mal, (mentir) y lo que ve en su vida diaria, (las reacciones de los adultos cuando no deseamos decir la verdad). No hablamos ya de las mentiras piadosas, o las que pueden sacarnos de un apuro, que también, pero creo yo, que la mente del niño que está aprendiendo lo que le enseñamos, va más allá de quedarse con el: "No está bien que mientas", "No se debe mentir", y en su cabeza se confrontan esas enseñanzas con: "Le he mentido para que no se ofenda", "Le miento porque no aguantaría la verdad".

Creo que, quiera o no la sociedad, aprendemos a mentir desde bien pequeños, ocultando nuestros propios deseos, solo por que esta nos coarta para que nunca lleguemos a ser quien en realidad queremos ser.
Por suerte algunos, (muy pocos), nos hemos liberado de ese yugo y ya casi no tenemos que mentir. Hemos aprendido que a nadie le gusta la verdad, pero convivimos con ello pues sabemos las posibles reacciones de la gente a tus palabras y las aceptas porque te das cuenta que es algo natural que se enfaden, se entristezcan o incluso se ofusquen cuando les dices lo que nunca quieren oír, (siempre con cariño y educación), por supuesto, que eso jamás ha de faltar.
Algunos dirían que somos seres perfeccionistas, pero nada más lejos de la realidad. Creo que el ser humano perfecto no existe, y si existe, debe ser lo más aburrido que te puedes encontrar. Odio la perfección, porque te coarta en tus acciones y en tus reacciones. Una persona perfecta debe estar en todo momento vigilando sus palabras y sus acciones. Debe estar tan pendiente de si misma y de lo que dice, que no debe ser capaz de disfrutar de esa imperfección tan maravillosa que nos convierte en seres únicos, y lo más importante, está tan pendiente de si mismo, que es incapaz de escuchar lo que los seres que tiene delante quieren decirle.

Todos tenemos un lado oscuro, aquel que desde pequeños nos han enseñado a ocultar. "Eso no se hace, eso no se dice, eso no se piensa". Es curioso cuando te conviertes en un adulto libre, como estás sometido a esas mismas "leyes no escritas", pues no puedes hacer lo que te de la gana, no puedes decir siempre lo que piensas, y a veces, incluso no puedes pensar lo que quieres, pues en un mundo represivo, tus propios pensamientos pueden dañarte de tal manera que acabas por controlarlos.

Pero hay un momento, que por suerte algunos encuentran antes de hora, que es cuando te das cuenta que ya no te importa lo que la gente piense de ti, que te da igual si creen que estás algo loca o que, (y perdonad la expresión), "te la suda mucho" lo que digan de ti.
Muchos jamás llegan a encontrar esa liberación, otros se pasan la vida buscándola, y otros ni siquiera saben que existe un punto en la vida en el que todos hemos de liberarnos del yugo de una sociedad que te dice que has de hacer, como te has de comportar y lo más grave, cuales deben ser tus pensamientos, tu religión o tus ideas políticas.

Supongo que la sociedad es como una manada, corre en una misma dirección, algunos van delante y otros van a la cola, pero todos caminan hacia un mismo lugar. Los reportajes de animales, a los cuales soy muy aficionada, jamás nos enseñan a uno de esos individuos reculando y cambiando de dirección, y creo que si alguno lo hiciera, sería arrollado por los demás o devorado por los carnívoros que les siguen al acecho.
Por suerte no somos animales y sabemos que si en algún momento queremos cambiar de dirección, lo más lógico es apartarse de la manada y rodearse de seres que como tú, piensan que otro camino es posible y que aunque el camino que siguen los demás es el más fácil, ese no es para ti.

Algunos tachan a esos seres de incoformistas, antisociales o políticamente incorrectos, otros les llaman sabios locos, literatos engreídos y otras muchas cosas más. Yo les llamo, personas que han decidido vivir su vida en libertad, sin que la sociedad les manipule, sabiendo que la única verdad es la que ellos mismos creen. Son gente sin pretensiones que tan sólo quieren hacernos ver que otro camino es posible, algunos adelantados a su tiempo, otros que viven en una utopía que ellos mismos se han creado, pero la mayoría viviendo al margen de una sociedad que ha decidido no evolucionar más, que se ha cansado de aprender, de pensar, de valorar, de amar y sobretodo ha tirado la toalla en la búsqueda de su propia libertad, cuando eso es lo único que nadie nos puede arrebatar.

Slow Life!!

martes, 26 de abril de 2011

Falta tiempo y dinero

¡¡Es curioso, lo rápido que pasan los días cuando estás de vacaciones!!

Y eso que no estamos hablando de las estivales, si no de cuatro días, (mal llamados de Semana Santa), que a cualquiera le hacen bien para olvidarse un poco de la rutina de la vida y así tener unos momentos de relax.

Dicen algunos psicólogos que es normal deprimirse tras unos días de asueto, e incluso he oído decir en algún que otro descerebrado que las vacaciones de los españoles no deberían ser tan largas pues el retorno al trabajo se hace mucho más duro y entre depresiones post-vacacionales, charlas rememorando todo aquello que no podemos hacer mientras trabajamos y mostrar las fotos de los lugares exóticos o no, en los que hemos estado, perdemos más tiempo del que trabajamos, al menos durante las primeras semanas.

Me da por pensar que a veces algunos trabajan demasiado, mientras la vida pasa por su lado, sin darse cuenta que esos días perdidos, jamás volverán para ser vividos.
Incluso he oído decir que hay gente tan enganchada al trabajo, que no puede dejar de trabajar ni siquiera durante sus periodos de descanso. Pienso en que vidas personales más vacías han de tener, que sólo se sienten valorados en un lugar donde les pagan, (a veces no muy bien), por hacer lo que les mandan, aunque alguno apele a la iniciativa propia.

Rememorando antiguas entradas, en alguna de ellas hablaba sobre la evolución humana y aunque sé que jamás he profundizado en las grandes civilizaciones, (cosa que tengo pendiente), he de decir que mucho no hemos evolucionado desde el tiempo de los faraones y las pirámides, pues si bien, ahora nos pagan por trabajar, en muchos casos, seguimos siendo esclavos de un trabajo que no queremos hacer, de unos horarios que podrían ser mejores, de los designios de personas que están por encima de nosotros por haber sido lo suficientemente complacientes con sus "dueños", (pero que indudablemente, el lugar que ocupan les queda grande), tan sólo para que a final de mes, recibas una asignación que podría llamarse "en la media nacional", para que tu gran amigo, el banco, se lleve algo más de la mitad, por un hogar, que apenas disfrutas los fines de semana.

¿No es incongruente este modo de vida? Trabajamos para tener dinero, tenemos dinero para disfrutar, pero la mayoría de veces, no podemos hacerlo, porque de tanto trabajar, se nos ha olvidado que para disfrutar necesitamos algo que no se puede comprar, el tiempo.

Siempre he pensado, que lo mejor de convertirte en millonario, no es poder comprarte cualquier capricho, (llámese casa, coche, barco, o avión), si no poder decidir, sin que nadie se meta en medio, que hacer con tu tiempo. Y si antes he dicho que este no se puede comprar, ahora me retracto, pues algunos si que lo pueden hacer.

Yo quiero comprar mi tiempo. ¿Es pedir mucho?

Leí una vez un libro, del que no recuerdo el nombre, que trataba sobre un triunfador, que decidía enfrascar el tiempo dentro de unos frascos de cristal, les ponía una etiqueta de "cinco minutos" y los ponía a la venta con todos los permisos legales. La gente compraba esos frascos de tiempo, por unos euros y podían disfrutar de ellos, en cualquier momento, ya fuera en la oficina, en casa, en el parque... Como todo era legal, la gente que abría esos "cinco minutos de tiempo", podía, mientras duraba esa pausa, hacer absolutamente, lo que quisiera y ni los jefes podían decirle nada.
Por supuesto, el triunfador se hizo millonario, pero la ambición le llevó a crear frascos con cada vez más minutos, horas, incluso días y semanas. Así si un trabajador abría un frasco de una semana, podía irse del trabajo, pues él había pagado por ese tiempo de descanso.
Como todas las historias que desean enseñarnos algo, este negocio, se le fue de las manos al inventor, pero no voy a decir como termina, pues eso es lo peor que puede hacer un escritor, desvelar los secretos de otros. Si algún día cae en vuestra manos, os aseguro que puede llegar a cambiar vuestra visión sobre el tiempo, el dinero y el trabajo, o al menos, sé que seguro os dará que pensar.

Sobre lo que hablaba al principio de la entrada, que los días de vacaciones pasen rápido no es malo, pues dicen que eso significa que te lo has pasado bien. Y respecto a las depresiones post-vacacionales, que alguien me diga si no es un buen motivo para deprimirte, tener que volver al trabajo después de una temporada de libertad, sin horarios, sin reuniones, sin normas y sin ordenes.

¡¡A cualquier en su sano juicio le ocurriría!!

¡No os deprimáis, no vale la pena!

Slow Life!!

jueves, 21 de abril de 2011

Sant Jordi, el día de la rosa y el libro


Dejad que para los que no conozcan esta fiesta tradicional en Catalunya, explique que en realidad Sant Jordi o como es conocida en otros lugares del mundo, "El día del libro" se celebra el 23 de Abril. Para los catalanes, es más que el día del libro, es nuestro día de los enamorados que sustituye al "San Valentín" que se celebra en España.

Escribo hoy sobre este día, pues este año, cae en sábado y cómo sabéis yo no escribo los días de fiesta, pues mi mente también necesita un descanso y por ello, esta es la última entrada hasta después de Semana Santa, que para los que vivimos en Catalunya, empieza mañana y termina el lunes.

Sobre el día de Sant Jordi, existen numerosas leyendas que cuentan las hazañas de este aguerrido caballero andante, aventurero sin parangón, luchador férreo y valiente soldado, que se dedicaba a exterminar dragones y rescatar doncellas en peligro. Dejad que os la cuente:

Existía en Catalunya en la época medieval, la "Vil·la de Montblanc", una ciudad de Tarragona que en aquel tiempo, era lugar de princesas y dragones. Llegó a ella un día un enorme monstruo alado que escupía fuego por la boca y envenenaba el aire con su pútrido aliento, asolando las fértiles tierras, secando las labranzas, quemando los caminos y destruyendo a su paso todo lo que se encontraba.
Los aldeanos, estaban tan atemorizados que lo único que se les ocurrió fue sacrificar a una persona cada día para que el dragón tuviera el estómago lleno y se quedara tranquilo sin moverse del peñasco donde reposaba.
Como el rey era un hombre justo, (cosa que sólo ocurre en las leyendas), decidió que todos los ciudadanos de la ciudad, incluido él entraran en el sorteo de la gente que iba a ser sacrificada al dragón y tras varias semanas de muertes de ciudadanos, el sorteo tocó a la casa real, decidiendo que la próxima víctima fuera la dulce, bella, niña y exquisita hija del propio rey. Muchos fueron los ciudadanos que quisieron cambiarse por ella, pero el rey implacable y justo, decidió que si el sorteo la había elegido, ella debería ser entregada al Dragón.
Así pues, la doncella partió de buena mañana hacia el peñasco donde el monstruo dormitaba mientras su propio padre y sus conciudadanos la veían partir desde las murallas de la ciudad. Pero a medio camino, un joven caballero de armadura plateada y brillante montado sobre un caballo blanco, se cruzó en su camino para decirle que un sueño divino le había mandado para salvarla de las fauces del temido dragón, salvando así a la ciudad de Montblanc de las garras del terrible monstruo. El caballero la acompañó hasta el peñasco para enfrentarse a la fiera y tras una ardua y feroz lucha, ganó el combate.
Como en todas las leyendas, existen varias versiones del final. La original, es que Sant Jordi, apresó al dragón sin matarlo, lo llevó hasta las puertas de la ciudad y allí fue el pueblo quien acabó con su vida. El rey quiso casar a su hija con el caballero, pero este dijo que pudo arrebatar la vida del monstruo con la protección y el mandato divino que allí le había enviado y que no se la merecía, con lo cual el aguerrido caballero desapareció por donde había venido y se convirtió en Santo.

La historia que a nuestros tiempos ha llegado, es algo diferente y por ello se ha convertido en el día de los enamorados catalanes: Cuando el caballero se enfrenta al dragón en el peñasco, al final lo mata clavándole una lanza en el corazón del cual empieza a brotar sangre. Esta tiene tantos nutrientes que al pasar por la tierra empiezan a nacer rosales de los cuales brotan bellas flores encarnadas, de las que nuestro caballero, corta una para ofrecersela a la doncella, la cual, al final se casa con él.

Por ello, sigue siendo tradición regalar una rosa encarnada a tu amada en este día, para conmemorar el regalo del caballero a la doncella y obsequiar con un libro a tu amado para rememorar la leyenda. Es curioso que con el tiempo, las rosas que hoy se regalan, aunque la mayoría siguen la tradición de ser granas, ya pueden encontrarse de muchos otros colores, como amarillas, blancas, rosas, azules e incluso negras y supongo que algún avispado comercial, vio que la tradición de regalar un libro en ese día, era una buena fuente de ingresos y por ello, actualmente, se ha convertido en un día tan importante para los que queremos vivir de ello, que en Barcelona, (temiendo la huida de la ciudad a causa de las vacaciones de semana santa), se han adelantado los puestos de libros en la calle y los actos que se celebran ese día, pues se preve ya una caída importante en la adquisición de rosas y libros.
Eso nos demuestra, que con el tiempo, supongo que toda novela caballeresca se diluye, se transforma, se convierte en algo material que sirve para que los escritores se acerquen a su público, firmen ejemplares y vendan más y más libros. Sí, parece irónico ponerle un precio a tan linda historia de amor, pero sueño con el día en que yo también pueda estar en uno de esos stans firmando ejemplares y recibiendo elogios de mis lectores por lo que la lectura de mis libros les ha transmitido.

Innumerables veces he soñado con ese caballero andante que me salva de mis dragones, pero supongo que el cuento ha cambiado y que fuimos nosotros mismos quien dejamos que cambiara y se modernizara el día que junto a la rosa, recibimos nuestro primer libro y nos gustó.

Lo que decía, cambia la vida y cambian las tradiciones, pero eso es lo que tiene vivir en el mundo moderno.

Slow Life y nos vemos el próximo martes, 26 de Abril, que como buena catalana, a mi no me veis el pelo por Barcelona hasta pasada la diada de la mona.

¿No sabéis que es el día de la mona?
Brevemente... El origen de la palabra viene del árabe, "munna", que significa regalo y es actualmente un pastel de bizcocho coronado con un huevo de chocolate, (aunque hoy hay muchas versiones distintas), que el padrino regala a su ahijado el lunes después del domingo de resurrección, dando por finalizado los días de abstinencia y ayuno de la semana santa.

Feliz día de Sant Jordi, feliz Semana Santa y felices vacaciones a aquellos que las tengan.

Y prou per avui. Que tingueu una bona Setmana Santa i una feliç diada de la mona.

miércoles, 20 de abril de 2011

Mejorar el mundo en el que vivimos


En todos los libros que tratan sobre la evolución de la vida, se puede leer que las especies que sobreviven a los numerosos cambios que han habido, hay y habrán en nuestro planeta, son aquellas que mejor se adaptan a su entorno.
Hay documentos que incluso aseguran que de haber un holocausto nuclear o una catástrofe que terminara con la humanidad, la única especie que sobreviviría sería la de los blatodeos o como solemos llamarlos, cucarachas.
Los entomólogos tienen constancia de la existencia de esta especie de insecto desde hace más de trescientos millones de años, lo que la convierte en una especie animal que ha sobrevivido incluso a la catástrofe natural que exterminó a los dinosaurios.

¿Por qué podrían sobrevivir las cucarachas a un holocausto nuclear? Es simple. Por su pequeño tamaño, que les permitiría refugiarse en cualquier fisura convirtiéndola en un refugio natural donde sería difícil que la radiación llegara y por su capacidad de reproducción, siendo las generaciones muy cortas y pudiendo desarrollar con cada nueva generación genotipos resistentes a cualquier agente letal, algo imposible de que ocurra en animales con crecimiento más lento, como son los mamíferos. En definitiva, adaptándose al mundo en el que viven, sin querer convertirlo en el mundo donde quieren vivir.

El ser humano por el contrario, en vez de adaptarse, transforma, crea, construye, inventa. Supongo que eso nos convierte en la especie animal superior, en la que todo es nuestro, todo nos pertenece y por ello hacemos con lo nuestro lo que nos da la gana, sin pensar que a la tierra o a la que algunos llamamos madre Gea, pueda o no gustarle.
No hablo ya de teorías como que la tierra se revela, que nos está dando un ultimátum para que la respetemos, no. Eso, algunos lo tacharían de locura y de fanatismo ecológico. Pero si digo que, a lo mejor, el ser humano cree tenerlo todo bajo control, cuando en realidad, no hay nada más lejos de la verdad, si no que estamos en un planeta que hace con nosotros lo que a él le da la gana.

Con tanta sabiduría, tantos científicos, tantos expertos que el mundo ha creado, somos incapaces de controlar un tornado, un ciclón, un terremoto, un tsunami, las lluvias monzónicas que inundan ciertos lugares del planeta, la nieve que satura nuestras carreteras, los volcanes que impiden que nuestra tecnología pueda llevarnos a otros lugares del mundo. Somos tan, tan inteligentes, que ni siquiera podemos hacer que la desertización de algunas zonas del planeta siga adelante.
Tenemos la mejor materia prima, unos cerebros altamente desarrollados y en cambio, somos incapaces de usarlos para mejorar el lugar donde vivimos.
A veces, creo que somos como las langostas, llegamos en masa al planeta y disponemos de sus recursos naturales hasta que terminamos con ellos, sin importarnos lo mas mínimo como vivirán las generaciones posteriores. ¡Va! ¡A quién le importa eso, si no va a estar aquí para vivirlo!
Hemos deforestado selvas vírgenes para poder construir carreteras, hemos taladrado los fondos oceánicos para la extracción del petróleo, nos hemos apoderado del espacio, enviando una cantidad de basura espacial que ahora no sabemos como controlar, tan sólo para poder disfrutar de una mejor comunicación o para poder tener el control sobre aquello que tememos. Hemos construido centrales nucleares sin pensar en sus consecuencias, hemos enviado a nuestros misioneros para que las tribus indígenas dejaran de vivir en la prehistoria y fueran como nosotros, para así poder quitarles su hábitat natural. Creamos guerra para apoderarnos de territorios, esclavizamos a niños para poder lucir joyas o para poder llevar nuestros tejanos favoritos, y la excusa de los que permiten cosas así, es tan simple como: Ah.... yo no lo sabía.

Soy la primera en que le gusta tener un piso en el que refugiarse, una tele donde poder entretenerse, una estantería llena de libros que leer, un ordenador con una buena conexión a Internet para poder informarse, un mp3 para escuchar música e incluso un buen móvil con el que pueda comunicar con los que tengo lejos. No soy la única que desea tener un coche en la puerta para no tener que esperar al transporte público, unos ahorros que me permitan volar a otros parajes paradisíacos donde poder hacer nada durante mis vacaciones...
Así es la sociedad, esa es nuestra cultura, más dinero, menos tiempo, más cosas que acumular, más experiencias que vivir, soy más, soy mejor, tengo mucho más que tú...

Me pregunto que ocurriría, si los países mal llamados del tercer mundo, despertaran algún día diciendo: ¡Eh, yo también quiero eso! Un coche en la puerta, una tele grande y dinero para poder viajar.

¿Qué es lo que nos diferencia a nosotros de ellos? ¿Qué nos hace mejores? Si, sé que muchos pensarán que es culpa de sus gobiernos, aunque lo que deberíamos pensar, es quién decide que esos gobernantes sigan en ese lugar, expoliando sus tierras, llenando sus bolsillos de dinero, esclavizando a su pueblo, coartando sus libertades y decidiendo que vivan en la total ignorancia, para que así pueda el primer mundo subsistir en esta vorágine de poder absurdo que algunos creen que nos convierte en seres superiores.
¿A cuantos, que ni siquiera viven en ese lugar, les beneficia tener esos gobernantes? Me pregunto qué ocurriría si hubiera tan sólo uno de esos caciques que dijera: ¡Se acabó! Ya no exporto más nuestros recursos naturales, no necesito vuestra armas, ni vuestro dinero, ni vuestra protección. Ahora cuidaré de los míos y todo lo que den nuestras tierras, será para beneficio de los que en ellas habitamos.
No sé a ciencia cierta que ocurriría, aunque puedo imaginarme como terminaría. Guerra civil, balazo en la sien, nuevo gobierno afín al primer mundo. FIN del dilema.

¿De verdad creemos tener el control sobre todo? ¿Tan listos nos creemos? ¿Tan superiores?
Supongo que muchos no se diferencian en nada a esas cucarachas que pueden sobrevivir a un holocausto, aunque como todo ser vivo, se encuentran en una inevitable cuenta atrás que si tiene un mismo final para todos.

Doy gracias por todos aquellos seres humanos que han mejorado el mundo, incluso sin tener recursos. Ellos serán recordados toda la vida. A las cucarachas nadie las quiere, nadie las desea y una vez muertas, nadie se acuerda de ellas.

Slow life... Si todos aportáramos nuestro grano de arena para mejorar el mundo, este sería mejor.

martes, 19 de abril de 2011

Cómo me alegro de no ser hormiga


Como animales que somos, (aunque algunos digan que no), nuestra sociedad está jerarquizada como muchas colonias de insectos que nos rodean, por mucho que existan expertos que digan que la jerarquía, es un concepto que sólo se da entre humanos y que la sumisión y obediencia animal se trata de otro concepto que nada tiene que ver con la susodicha jerarquía. Lo que no he podio averiguar, es como se llama ese concepto que yo creo nos une a esas sociedades de hormigas, donde cada individuo tiene su papel.

Como aprendiz de mucho y maestro de poco, espero que las jerarquías impuestas por el mero hecho de nacer de alta cuna o sangre azul, tengan sus días contados, puesto que nada proporcionan a la sociedad actual y quiero entender que una sociedad moderna donde existe un gobierno democrático, la voz del pueblo, (mediante su voto), debería decidir todo aquello que atañe al modo de vida al que cada día nos enfrentamos.

¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja!... ¡¡Perdón...!! No sé que me ha pasado, pero de pronto he empezado a reír sin poder parar... Ya ves tú que tontería de risa nerviosa.

¡Sí! ¡Vale! ¡Sé que no es así! Sé, que aunque ejerzamos nuestro derecho al voto, ellos, (los políticos), seguirán haciendo lo que les da la gana. Pero bueno, esto no es de lo que estábamos hablando, además...

¿Quiénes somos nosotros, pobres hormiguitas obreras, para poner en duda su buen hacer? Ellos son expertos que se rodean de otros expertos. Unos, expertos asesores, otros, expertos economistas, otros, expertos sociólogos y algún que otro, experto en nada, aunque si es experto en disimular muy bien, tan bien que nadie se da cuenta de que no sabe nada.

Pero volvamos al tema de hoy. Como toda jerarquía, en nuestra sociedad todos tenemos nuestro lugar, aunque a veces sea difícil encontrarlo a causa de los palos que el gobierno pone a las ruedas de este gran carromato, del que en teoría todos deberíamos tirar en una misma dirección, (y cuando digo todos, incluyo a la oposición). No sé si tiene mucho que ver comparar nuestra jerarquía con la de un hormiguero, pero a veces, este cerebro de artista, me juega malas pasadas como querer pensar qué lugar ocuparíamos si viviéramos en uno.

Dicen que los hormigueros tienen una jerarquía piramidal que se transmite de generación en generación. La reina, única y solitaria, constituye una casta por si misma y se sitúa en el vértice. Tras ella, los machos y después, la clase inferior y más numerosa, la de las trabajadoras.

Los estudiosos de hormigas, que los hay, dicen que existen millones de ejemplares y aunque todas pertenecen a la misma especie, se dividen en lo que podríamos llamar grupos diferentes que tiene cada uno su modo de vida distinto a los demás. Las tres variedades, (reina, machos y obreras), atraviesan las mismas etapas al desarrollarse desde el huevo del cual nace una larva, al estado de crisálida, hasta convertirse en hormiga adulta. Lo curioso es, que a pesar de que las diferencias anatómicas de cada casta, se advierten en el estado de ninfa, ya desde el huevo, hay entre ellas diferencias físicas que las convierten en lo que son. Así pues, la que será reina desarrollará alas que son imprescindibles para el ritual de apareamiento y las obreras no dispondrán de saco seminal donde almacenar el esperma de los machos, aunque estas no serán estériles, si no que a través de sus ovarios, desovaran óvulos no fertilizados de los que nacerán sólo hormigas macho.

En estas sociedades omnívoras, se han desarrollado costumbres pastorales y agrícolas, teniendo obreras especializadas a las que suelen denominarse soldados. Estas, tienen las mandíbulas muy grandes, por lo que se supuso en un principio que su misión era defender el hormiguero, pero los estudios han demostrado que los soldados disponen de esas grandes mandíbulas para poder romper las semillas y granos para que sus hermanas puedan comer.
Por otro lado, existen las hormigas cortadoras que son las granjeras de la colonia, pues cultivan ciertos hongos en las cavernas del hormiguero que fertilizan con las hojas de las plantas que cortan de nuestros jardines. De estos hongos surgen los pulgones a los que las hormigas protegen e incluso cuidan de sus huevos, para poder disfrutar del líquido dulzón que estos exudan. Se han llegado a encontrar incluso hormigas obreras que son usadas como tanques vivientes de este líquido. Estas, se alimentan con ingentes cantidades del dulzón exudado de los pulgones y sus cuerpos adquieren tal tamaño, que terminan siendo incapaces de moverse, permaneciendo inmóviles y regurgitando gotas del alimento cuando les es requerido.

La reina, nacida de un huevo fertilizado, usa sus alas para aparearse con los machos y quedar fertilizada para parir nuevas hembras, que se dividirán en cortadoras que van a buscar granos para traerlos al hormiguero, y hojas que usaran para crear moho de donde nacerán los pulgones, en soldados que romperán esos granos y semillas para alimentar a sus hermanas, y en tanques que almacenaran el dulce néctar de los gusanos. La reina seguirá pariendo hormiguitas hembras que a su vez parirán hormiguitas machos que seguirán fertilizando a la reina para que pueda parir más hormiguitas reina, y las obreras seguirán trabajando para hacer que toda la colonia subsista.

¡¡¡¡¡Ahhhh!!!!! ¡¡Qué interesante la vida de las hormigas!! (Ironía).

Así pues, resumamos nuestra colonia:
Reina. Su papel principal y exclusivo es poner huevos fertilizados de los que nacerán las hormigas hembras.
Machos. Fertilizadores de la reina, (mueren a las pocas semanas de haberla fertilizado).
Obreras. Ponen los huevos de donde salen los machos y se dividen en:
Soldados que rompen los granos
Cortadoras que fabrican los hongos de donde salen los pulgones

No quiero ser la reina, que sólo sirve para parir hormiguitas
No quiero ser un macho que fertilice y desaparezca al poco de haberlo hecho
No me veo siendo soldado y pasando mi vida cortando alimento para los demás
No pienso vivir mi vida recolectando y cortando hojas para criar moho

Y por supuesto jamás sería un simple tanque de almacenamiento que rezumara dulce cada vez que así me lo pidieran.

Con lo cual, he llegado a una conclusión:

¡¡Jo!! ¡¡Cómo me alegro de no ser hormiga!!

¡¡Slow Life!!         ;-)

lunes, 18 de abril de 2011

¿Dónde termina tú libertad y empieza la mía?


Quién tenga la respuesta a esta pregunta se merece todo mi respeto, aunque me temo que nadie puede responderla.

La verdad es que la definición de "Libertad" es preciosa:
Capacidad del ser humano de obrar o no obrar a lo largo de su vida, siendo responsable de sus actos.

Yo soy libre para obrar o no hacerlo de cierta manera, siendo en todo caso el único responsable de lo que mis actos provoquen. ¿Es en realidad siempre así? ¿Podemos ser libres en una sociedad democrática? ¿Podemos escribir lo que pensamos sin miedo a las consecuencias?

Ayer mismo tuve una discusión animada con un grupo de amigos y llegamos a la conclusión que debo liberarme de los pensamientos que me convierten en una persona libre. Me explico mejor:
La discusión, (que aunque muchos les parezca una mala palabra, nada tiene que ver con peleas, si no en la exposición de pensamientos diferentes), comenzó hablando de un comentario que llegó a mi blog donde alguien me deseaba suerte y éxito firmando a través de una pagina web en vez de con un nombre propio. Tras indagar en esa web, tenía la duda de si publicarlo o no, puesto que aunque trataba críticamente ciertos aspectos de la política actual española, surgían también críticas profundas a ciertas religiones. Cuando comenté que iba a publicarlo, añadiendo yo misma un comentario diciendo que no compartía sus ideas, mis amigos se opusieron diciéndome si estaba loca, pues publicando ese comentario, me posicionaba apoyando esa página. Yo dije que no, que cada uno era libre de opinar aquello que quisiera y que mis lectores no iban a ser tan incautos de creer que alguien que habla de libertad, de pensamiento liberal, que comenta temas políticos sólo por la impotencia de ver como otros dirigen nuestros pasos a lugares a los que a lo mejor no queremos ir y que jamás ha publicado nada sobre religión, pueda estar de acuerdo con algunas de las ideas que en esa web se mostraban.

Alguno de mis amigos me preguntaron si creía vivir en Utopía, otros me dijeron que no podía posicionarme si quería tener éxito. ¿Cómo? ¿Qué para tener éxito no debes posicionarte? ¿Qué ocurre? ¿Qué para vender libros debes ser políticamente correcta? ¡¡¡No me jod...!!! ¡¡Odio a la gente políticamente correcta!!

Somos millones de personas en todo el mundo, multiplica eso por millones de pensamientos distintos, por millones de formas de hacer las cosas, por millones de ideas diferentes entre si.¿Cómo vas a ser políticamente correcto, si jamás podrás gustar a todo el mundo por igual?

La verdad es que no sé si algún día mis libros tendrán éxito, pero espero no tener que mentir para conseguirlo, pues no es la forma en que quiero llegar al público. Siempre me he tenido por una persona sincera, no de aquellas que te dicen absolutamente todo a la cara aunque te duela, eso me parece inhumano, pero si, de aquellas, que intentarán no mentirte diciéndote las cosas de una manera sutil, agradable y desde el corazón. Soy una persona de mente abierta, que intenta mejorar el mundo en el que vive, aprendiendo del pasado, conviviendo con nuevas ideas en el presente y convirtiendo el futuro en un lugar donde todos tengamos cabida, puesto que jamás he creído en la lucha de poderes, si no en el aprendizaje entre razas y pueblos, sabiendo que abrir nuestras mentes y considerar las ideas de los demás, (aunque no las compartamos), como otra opción de pensamiento, es la única salida que le queda al ser humano para no deshumanizarse por completo.

Puede que viva en Utopía, puede que quiera seguir viviendo en este lugar o incluso puede que quiera convertir mi mundo en un lugar donde mi libertad de pensamiento pueda convivir con la libertad de los demás a pensar diferente a mi, a rezar a un Dios diferente al mío, a no rasgarme las vestiduras cuando alguien dice una barbaridad que confronta con mis propias ideas, si no a optar por dos vías que van unidas según la reacción del supuesto bárbaro, la primera, la explicación de porqué no piensas como él y la segunda, la ignorancia si este no atiende a razones.
Quiero pensar que puede existir un mundo que no esté dominado por la ira, el odio y en definitiva el miedo a lo que no conocemos.

Jamás he sido radical, aunque tengo muy claro en lo que creo y en lo que no. Pero sé que existe en este mundo muchos pensamientos radicales que ningún bien le hacen a la humanidad. Sé que existe gente que divide al mundo en clases, razas y status y he de decir que para mí, sólo existen dos clases, los individuos libres que piensan por si mismos y la masa o colectivos que se dejan llevar por ideas políticas y creencias religiosas, sin pensar ni por un momento si eso es lo correcto o no.

¿Os acordáis de mi propia teoría de la evolución? ¿Recordáis que yo creo que la evolución comenzó cuando alguien se preguntó el porqué de las cosas?
Jamás dejéis de preguntároslo puesto que eso significaría la involución de la humanidad.

Y porque todos vivimos condicionados por la sociedad que nos rodea, (aunque no deje de fastidiarme), hoy he publicado el comentario y tras volver a mirar la web, lo he borrado. No por lo que podáis pensar si lo publico, si no porque tras leer uno de sus reportajes, me he realizado la pregunta que lleva por titulo la entrada de hoy y me he contestado que una cosa es la libertad y otra muy distinta el libertinaje y que este blog que escribo, no va de política, no va de religión, no abandera ningún movimiento, tan solo son mis pensamientos críticos a una sociedad que ha perdido el rumbo y que debe encontrar de nuevo su camino, mientras comparto con aquellos que así lo deseen, mi Odisea para vivir de aquello que me apasiona, que es tan sólo escribir, transmitir y hacer que el mundo piense, para que todos sigamos evolucionando.

Así que, Slow Life y muchos besitos a tod@s.

viernes, 15 de abril de 2011

El poder chino sobre la deuda externa de Europa y América


EE. UU. de Americhina,  Península Chinoíberica, Venechinozuela

Siempre intento cumplir mis promesas, es parte de la educación que me enseñaron: "Jamás prometas algo que no sabes si podrás cumplir"

Y por ello, ayer estuve indagando hasta tarde sobre el caos que es esto de la deuda externa, las políticas económicas y en definitiva, los chanchullos que los políticos se llevan entre sí.

Si he de ser sincera, después de horas y horas estudiando el tema, he llegado a una simple conclusión, que no creo que a nadie le sorprenda: ellos se lo guisan y ellos se lo comen y al pueblo tan sólo nos llegan las migajas de sus sobras.

Vamos por partes. Según un importante periódico, lo que ocurre con un país cuando tiene déficit es causa de que ha recibido más bienes de los que ha entregado a cambio y como la deuda crece marcada por el déficit anual, si este persiste, el resto del mundo va acumulando derechos contra él, consolidando una posición acreedora.
Hablando más claro. Yo te pido dinero o servicios que me prestas, anualmente he de ir pagando mi deuda, pero como gasto más de lo que cobro, no puedo devolvértela, y tú cada vez eres más dueño de parte de mis posesiones, con lo cual, tú, que perteneces a un país extranjero, tienes el poder sobre mi país. Ni elecciones libres, ni ostias en vinagre, el pueblo no decide sus acreedores, ni siquiera si quiere endeudarse, pues las políticas exteriores, tejen y manejan las deudas de sus países como ellos desean.

Lo que no llego a entender, es cómo puede ser que un país comunista como China, donde el pueblo no tiene ni voz ni voto, donde las libertades individuales han sido recortadas al máximo, donde la mujer está muy por debajo del hombre, tanto que su vida es insignificante a los ojos de los que tienen el poder. Un país que no respeta la libertad de los países, como Tibet, que fueron invadidos por la fuerza, un lugar donde si el trabajador tiene problemas laborales, la única forma de hacer huelga es trabajando el doble... No comprendo como un país así, puede ser el banquero o el acreedor de países, que en teoría se encuentran mucho más adelantados en cultura, en libertad y en derechos para su pueblo.

¿A quien se le ocurrió que China fuera nuestro amo y señor? Es que no llego a entenderlo. Pero es que no es un caso aislado. Los expertos dicen que ya en el dos mil seis, China y Oriente Próximo, financiaban a partes iguales el ochenta y seis por ciento del déficit de los países industriales y que se prevé que para dos mil trece, el superávit chino exceda la totalidad de esos mismos países y duplique el de los países de Oriente Próximo.

¿Soy a la única que esta noticia le parece una aberración? En Oriente Próximo, las desigualdades entre ricos y pobres son numerosas, la mujer es un simple trapo que esconden bajo enormes pañuelos para el uso y disfrute del amo y señor de la casa. En china, no es que hayan desigualdades, es que solo hay dos estados, el poder del gobierno y los trabajadores peones. Unos mandan y otros obedecen.
Extrapolando el caso de las hipotecas. Cuando adquieres una casa a través de ese método, tu casa no es tuya hasta que no terminas de pagar esa deuda contraída con el banco. ¿Cómo puede vanagloriarse un país industrializado de ser libre cuando, un gran tanto por ciento de su deuda es propiedad de un país tan falto de libertades como China u Oriente Próximo?

Hay algo que no quiero omitir. La mayoría de países endeudados con China u Oriente, a si mismo, prestan dinero y son acreedores de otros países. Es que de verdad, no lo comprendo... Yo te pido dinero a ti para prestárselo a otro país y así formamos un gran círculo de deudas que jamás terminará... ¿?¿? ¿Esto es lo que significa la economía? ¿No sería más fácil, tanto dinero entra en un país, tanto se gasta?

Y eso, que al parecer, a veces, si algún gobernante ha solicitado préstamos a otros países para uso propio y enriquecimiento de sus arcas personales, mientras su pueblo se moría de hambre, cuando los países industrializados, han provocado el derrocamiento de ese mal nacido, han solicitado que el pueblo no sea el que tenga que pagar esa deuda, ¡¡Oh Dios!! ! ¡¡Si tienen alma!! Pero...es lo que yo digo: : ningún acreedor deja de cobrar sus deudas... Me gustaría saber que es lo que obtuvieron a cambio.

La verdad es que este tema se me escapa de las manos. Sobre todo porque es un asunto tan corrupto, tan vil, tan deleznable que no quiero indagar demasiado en el mismo no vaya a ser que me cubra de mierda.
No soy anarquista, creo incluso que las normas están para cumplirlas, no para saltárselas, me considero una persona sana moralmente y cerebralmente, y por todo ello, no quiero que me salpiquen las vergonzosas tretas de estos poderosos que se creen dueños de su país, cuando en realidad, deberíamos llamarlos Estados Unidos de Americhina o Península Chinoíberica o Venechinozuela.

En los diferentes reportajes en los que he indagado, sólo se ponen de acuerdo en que somos uno de los países con más deuda externa y que las cifras llegan a máximos históricos, pero ha sido imposible para mí, obtener una cifra única, ya que se barajan cifras de entre 400mil millones a 900mil millones, o del 70%, 90% o incluso, algún descerebrado, del 300% de PIB (Producto Interior Bruto).

Es muy jodido deber dinero cuando no lo has pedido y sobre todo, cuando ni siquiera lo has disfrutado. Y, la verdad es, que con tantos números, tanto poder y tanta indefensión ante las actuaciones de nuestros políticos y de nuestros acreedores, ahora mismo, tengo un horrible dolor de cabeza, que sé que pasará cuando termine la entrada de hoy y me vaya de fin de semana.

Así que, os deseo a todos, incluso a nuestros políticos y acreedores, un feliz fin de semana, disfrutar de la compañía de los vuestros, sonreír y ser libres intelectualmente, que eso nadie nos lo puede quitar.

¡¡¡Slow Life!!!

jueves, 14 de abril de 2011

Endeudamiento del gobierno

¡¡Àngela María!!

Para los que no conozcáis el idioma catalán, el título de hoy, es una expresión que es o era usada a menudo en los pueblos de interior catalanes. Al menos mi "avia", (abuela), la decía mucho, sobre todo cuando se enteraba de algo que no sabía.


El otro día, es curioso como me descubrí a mi misma diciendo en voz alta esta expresión, cuando escuché el fragmento de una rueda de prensa que le habían realizado a la Secretaria de Estado de Estados Unidos de América, Hilary Clinton. Su respuesta a la pregunta que le formuló un periodista, fue si no inusual, al menos curiosa.
Pregunta: - ¿Por qué el gobierno trata tan bien a la nación china últimamente?
Respuesta: - ¿Cómo trataría usted a su banquero?

¿?¿?¿?¿?

¿Perdón? Está claro que algo me he perdido, aunque sabiendo que las finanzas y los números no son lo mío, sería lo más normal.
Debido a esta respuesta, me picó la curiosidad y claro está, empecé a indagar. Y como todas las investigaciones, comencé por el principio, averiguando que era la deuda externa de un país.

Deuda externa: Dinero que un país debe a otros países o a acreedores extranjeros. Los préstamos pueden venir de un gobierno nacional, una institución financiera internacional como el FMI, o de un banco privado.

Aún con esta explicación, seguía sin entender como un país puede endeudarse. Entonces, comencé a mirar posibles causas de endeudamiento y es curioso como, en una escala superior, la economía de un país no difiere mucho de la economía de una familia.

Causas de endeudamiento "oficial": comienzo de la legislatura, arcas de Estado vacías, solicitud de préstamo para echar andar proyectos de gobierno y proyectos sociales.

Puede que yo no entienda sobre el tema y la verdad es que no sé si tengo ganas de entenderlo, pero la pregunta que me hago es: Si existen unos presupuestos oficiales del Estado, si existen impuestos, bonos del estado y demás recursos para recaudar el dinero de los contribuyentes para cubrir esos presupuestos, entonces...¿ Por qué es necesario recurrir a los préstamos del FMI?
Está claro que si extrapolamos esa pregunta a nivel personal, sólo nos surge una respuesta, y esa es, que gastas más de lo que tienes.

Por otro lado, quise saber también de donde provenía el dinero del FMI (Fondo Monetario Internacional) y resulta que los países adheridos a esta institución, pagan una cuota. Esta es asignada según la economía del país en relación con la economía mundial. Cuando un país ingresa al FMI, suele pagar hasta la cuarta parte de su cuota en divisas ampliamente aceptadas (como el dólar de EE.UU., el euro, el yen o la libra esterlina) o en derechos especiales de giro, llamados DEG. Inicialmente, el valor del DEG se definió como un valor equivalente a 0,888671 gramos de oro fino, que, en ese momento, era también equivalente a un dólar de EE.UU. Sin embargo, al derrumbarse el sistema de Bretton Woods en 1973, el DEG se redefinió en base a una cesta de monedas, integrada por las mismas divisas, de la cual se publica diariamente su valor en dólares en el sitio WEB del FMI. La composición de la cesta se somete cada cinco años a la revisión del Directorio Ejecutivo, a fin de velar por que refleje la importancia relativa de cada moneda en los sistemas comerciales y financieros mundiales.

Supongo que de no ser economistas, matemáticos o empresarios, habréis entendido tanto como yo, o lo que es lo mismo y fundamental, que el valor del dinero es decidido por un Directorio Ejecutivo o hablando en plata, por aquellos que tienen la sartén por el mango y no, no me refiero a los presidentes de los distintos gobiernos mundiales.

Desde que me di cuenta del engaño que era tener una tarjeta de crédito, que hace ya varios años que no uso ninguna. Tanto tengo, tanto compro, y mis únicas adquisiciones a plazos, son aquellas que se realizan al 0% de interés. La verdad, es que si lo pensáis bien, es una manera estúpida de vivir, la de comprar cosas que no podemos pagar, tan sólo porque alguien nos presta ese dinero, (modo que a veces es imprescindible usar, por ejemplo en la adquisición de una casa, porque de otro modo, jamás tienes piso propio). Pero es curioso saber, que ese dinero no te cuesta lo que has pagado por el objeto, pues siempre tiene un interés que aunque sea poco, te están cobrando. ¿Qué es lo que ganas? ¿Poder disfrutar de ese objeto antes? Desgraciadamente supongo que esa es la base del capitalismo.

Y supongo que lo mismo ocurre con los gobiernos. Piden presupuestos a naciones extranjeras, sin comprobar si pueden sacar ese dinero por otras vías, (no precisamente recortando en sanidad o educación, si no mirando con más detalles las subvenciones que dan a organismos oficiales).

Hace unos años, una persona que había vendido productos a distintas instituciones que tienen subvenciones, en este caso, del gobierno catalán, me contó una historia más bien rocambolesca. Cuando me lo contó, me dije: ¡Claro, por eso va tan mal nuestra economía! Aunque como todas las cosas, no sé si realmente era cierto o una historia inventada por una mente turbulenta, que no tenía nada más que hacer que inventarse patrañas. De ser así, mejor que dejara su trabajo para dedicarse a escribir guiones de cine.

Imaginaros una empresa que se dedique a la informatización de esas instituciones. Imaginaros a uno de los técnicos/comerciales que trabaja para la empresa que ha sido elegida para informatizarla y como empieza a ver, cuando va a realizar un nuevo presupuesto, que existen equipos informáticos aún en sus cajas por el suelo de esa institución. Portátiles, impresoras, dispositivos móviles, CPUs, pantallas de última generación...etc...etc... y claro, él en su ignorancia, pregunta: ¿Por qué quiere que le haga un nuevo presupuesto, si aún tiene los equipos que le vendimos el año pasado en sus cajas? La contestación, (claro está, dada por un empleado, no por nadie del equipo directivo), es simplemente sencilla:
  • Porque necesitan un nuevo presupuesto para gastar la nueva subvención de este año y si gastamos menos de lo que nos dan, el año que viene esta subvención será menor. A ti te han pagado el último presupuesto, ¿No? Pues haz uno nuevo y calla.
¿Así funcionan las cosas? No sé porqué, pero no me parece tan descabellada esta historia que me contaron.

Si extrapolamos este relato a toda una nación, claro que el país debe endeudarse. Lo que sigo sin comprender, es que tienen que ver los países asiáticos con el cobro de esta deuda, aunque dejad que indague un poco más y mañana sigo hablando del tema.

Slow Life!!

miércoles, 13 de abril de 2011

Reinventando los Cuentos


Es curioso que cuanto más cambia la vida más nos gusta transformar aquello con lo que crecimos.

Los que nacimos por allá los setenta/ochenta nos criamos aún con los míticos cuentos de los Hermanos Grimm, las fábulas de Esopo y las leyendas de Hans Christian Andersen.

A las muchachas nos inculcaban que éramos princesas con vestidos rosas y encajes, que debíamos esperar estoicamente a nuestro príncipe azul, y a los chicos les enseñaban las gestas de aquellos caballeros andantes que siempre estaban salvando a damiselas en apuros.
El único problema fue que nadie nos contó que es lo que pasaba después del: "Y fueron felices y comieron perdices" y es que no podían contárnoslo porque esa parte ya no pertenecía a los cuentos, si no a la vida real y nada tenía de mágico, aunque he de decir que no pasó nada cuando lo descubrimos, si a caso, una leve decepción que pronto superamos.

Poco a poco, mientras la educación de los niños que vinieron tras nosotros iba cambiando, los cuentos también lo hacían y hoy en día aún nos cuesta comprobar como nada les dice a las niñas de hoy, la bondadosa Blancanieves, la dulce Aurora o Bella durmiente o la suertuda Cenicienta, que nos enseñaron a ser buenas, limpias, bondadosas, dulces, cariñosas, amables y complacientes, al menos hasta que crecimos y nos dimos cuenta que todo aquello eran simples paparruchas.

Unas paparruchas, que todo se ha de decir, a mi aún me gustan, pero que cuando intenté explicar alguna a mi sobrina, (cuando aún tenía edad para cuentos), me di cuenta que a parte de que ningún interés mostraba por ellas, estas estaban escritas con un lenguaje tan puro, tan limpio, tan enrevesado, que ya no pertenecían a este nuestro tiempo. La verdad es que ese día me entró una gran tristeza, pero enseguida comprendí que los tiempos habían cambiado y que las niñas de hoy, tenían otros gustos, otros héroes e incluso, que ahora ellas eran las heroínas de los cuentos y ya no tenían que esperar a ser rescatadas.

Sabéis que me considero feminista, pero lamento que la magia y los sueños de antaño se hayan perdido para toda una generación. Supongo que deben tener otros sueños y otras magias. Espero que sea así, porque esta vida sería muy aburrida si no existiera la imaginación que los cuentos te ofrecen, transportándote a mundos llenos de hadas, dragones, castillos, jardines, manzanos mágicos, brujas, monstruos...etc...etc

Hoy día Caperucita ya no es la niña desvalida que se encuentra con el lobo por no hacer caso de su mamá, Blancanieves no es engañada por una malvada madrastra, Cenicienta no espera a que sus problemas desaparezcan gracias a un hada madrina, Aurora, la Bella durmiente, no sabe ni siquiera que es un huso y por supuesto Bella no se fija para nada en la Bestia, por mucho príncipe que sea.

No. Hoy, otras heroínas ocupan su lugar, aunque si lo pienso bien, estas que enumero, incluso ya pertenecerían a un pasado muy reciente: Pocahontas, la princesa india que desobedece a su propio padre por amor a un hombre que no pertenece a su tribu y desafía a los malvados españoles por defender su tierra. Ariel, la sirenita, hace caso omiso a las advertencias de su progenitor por querer saber cómo son los humanos y por amor a uno de ellos. Mulan, se corta su melena para hacerse pasar por chico y poder alistarse al ejercito por el honor de su familia.

Espero que los clásicos jamás mueran en las mentes que hoy día disfrutan de los Simpson, de Ben 10, Bakugan o Bob Esponja. Aunque me temo que esta evolución, ya ha terminado su cuenta atrás y no hay quien la pare. A mi, que me gusta tanto que el ser humano evolucione, creo que perder la magia de los cuentos de antaño, por muy retrógrados que sean y por muchos matices machistas que contengan, es un error. El pasado no se puede ni se debe cambiar, lo que si se ha de hacer, es mirar hacia delante. Pero creo que no hay nada de malo que los niños y niñas de hoy sepan que hubo un tiempo de princesas desvalidas, caballeros andantes, hadas poderosas y brujas malvadas. Una época donde Esopo nos decía que la ambición de una lechera era mala porque al final se quedaba sin nada.

No es la mejor educación, en eso estamos de acuerdo, pero no queramos cambiarlo todo.

El pasado se ha de quedar como está porque si no, no seremos capaces de aprender nada bueno de él. ¿Es que acaso ya nadie tiene imaginación para explicar nuevos cuentos, que tienen que coger a la linda caperucita para convertirla en una sexy muchacha que lucha contra el lobo?

Por favor. No toquen nuestros cuentos.

Yo no quiero ver a Aurora ligando con Felipe, a Blancanieves cogiendo una espada para luchar contra la bruja, o a Cenicienta diciendo que al baile va a ir su padre porque ella no necesita ir a esos festejos.

Señores creativos... ¡¡Dejen nuestros cuentos en paz!!

martes, 12 de abril de 2011

NUBE de HUMO y NUNCA no PUEDO


Para los que poco sepáis sobre el ejército, parte del título de la entrada de hoy, es o era uno de lo que hoy en día llamaríamos "mantras", que enseñaban a los guerrilleros que se alistaban voluntarios.
Creo que ser voluntario en algo, es uno de los actos de fe más profundos que se puede hacer, pues nadie te obliga a realizarlo. Eres tú quien decide o no hacerlo y una de dos, o te ha de gustar mucho aquello en lo que te metes, o debes estar muy desesperado para comprender que ese camino es el único que te queda para huir de una vida no satisfactoria.
Siempre he dicho a aquellos que han preguntado mi opinión, que la vida es una sucesión de experiencias que te enseñan a crecer, a madurar y a conocerte a ti mismo. Una búsqueda constante de tu yo interior y de las personas que realmente quieres que te acompañen en este camino.

El ser humano tiende a no querer estar solo, somos animales gregarios que necesitamos rodearnos de gente leal a nuestro alrededor, mientras seguimos caminando al encuentro de una etapa estable donde ser quienes queremos ser. No es fácil encontrar en esta sociedad tan podrida, gente que merezca tú total confianza, pero las hay, o eso dicen.

A veces me pregunto ¿Qué es la confianza? ¿Cúantas clases de confianza hay? ¿Estamos seguros de lo que hacemos cuando confiamos en alguien? ¿Es seguro confiar en una persona al cien por cien? ¿Quién nos dice que jamás nos va a fallar? ¿Qué es lo que hace a una persona tan especial para asegurarnos que podemos confiar en ella? Muchas preguntas que ha de superar una persona para ser merecedora de nuestra confianza, pues somos humanos y como máquinas imperfectas, estamos llenos de defectos. Creo que esta, es en verdad nuestra gracia.

A mi, siempre me ha gustado estudiar las actitudes del ser humano y el porqué hacemos o decimos según que cosas o tenemos según que reacciones. Como sabéis, jamás he estudiado psicología social, que es la ciencia que estudia el comportamiento y la conducta del ser humano, pero me gusta preguntarme el porqué de las cosas, aunque a veces me digo que el ser humano es demasiado complicado para obtener todas las respuestas.

¿Están la mentira y la desconfianza unidas? Yo creo que si, pues cuando alguien te miente, dejas de confiar en ese ser. ¿Puede recuperarse la confianza en alguien que te ha mentido y que la ha sobrepasado más allá de los límites? No lo sé, y de veras que me gustaría saberlo, pues... en mi vida me he enfrentado a mucha gente en la que he confiado y que luego me he dado cuenta que tan sólo decían lo que yo quería oír y no lo que realmente pensaban.

Pienso que tiene que ser lamentable tener que engañar a quien deposita su confianza en ti, por el simple hecho de no saber enfrentarte a tu propia verdad, o de no querer enfrentarte a tus propias limitaciones. Quiero pensar que hay razones poderosas para hacerlo. Negar tus propias debilidades, querer demostrar al otro que puedes conseguir superarlas sin necesitar su ayuda, omitir la verdad para que se sientan orgullosos de ti... y otras muchas más, que por mucho que pienso, no encuentro.

¿Sabéis por qué odio tanto la mentira? Porque creo que una de las cosas más valiosas que tenemos en este mundo, es poder confiar en alguien tan ciegamente que puedas dejar tu vida en sus manos sabiendo que no te va a fallar. Pero... ¿Cómo sabes quién es esa persona que merece tu confianza?
¿Qué ocurre si la persona en quien confiabas ciegamente, te falla una, dos, tres e innumerables veces? ¿Existe el gen de la mentira? ¿Hay personas que nacen con él y que son incapaces de decirte ni una sola verdad?

La mentira lleva a la desconfianza, y la falta de esta confianza hace que te replantees todo aquello que te ha acompañado durante el largo viaje vivido, pensando incluso, que puede que lo que necesites, sea cortar totalmente con tu pasado y empezar de cero, por muy duro que esto pueda parecer.

La desconfianza mata el amor más puro, lo corrompe, lo destruye, lo aniquila, hace que desaparezca como si de una NUBE de HUMO se tratara, pues la nube cubre tus buenos deseos y el humo te ahoga de tal manera que lo único que puedes hacer es huir de él y empezar de nuevo en otro lugar limpio de mentiras y embustes.

Es curioso como ha surgido hablar de este tema. Releía un párrafo donde mi protagonista se pregunta cosas parecidas sobre la gente que le rodea y a quien cree amar, en la que, después de muchos años de no confiar en nadie, supera ese miedo y vuelven a fallarle. Y sé pregunta porqué es tan difícil que la gente que le rodea sea capaz de decir la verdad e incluso lanza una pregunta a uno de esos personajes que le acompañan en su viaje:¿Tan difícil es entender que alguien busque que le digas la verdad por una puta vez en tu vida?

Pobrecito, siempre en busca de la verdad. No sé si conseguirá encontrarla.