Tras un merecido descanso vuelvo a mi blog alegrándome por todas las visitas que ha tenido durante estas vacaciones estivales, por decir algo, puesto que, al menos a mí, el tiempo no me ha acompañado y la verdad es que ha sido un verano algo atípico.
Lo que si que no ha cambiado, es que he pensado mucho, en exceso, e incluso a lo mejor demasiado. Creo que esta manía mía de pensar, es algo que me acompañará el resto de mis días y la verdad es que no sé si debo alegrarme o no, pues, aunque la mayoría de veces me alegro de pensar tanto, a veces, en alguna ocasión me siento tan cansada que me encantaría poder poner la mente en blanco, (cosa que he intentado miles de veces sin éxito), ya que siempre acabo pensando en la oscuridad que ven mis ojos o en las luces que se ven cuando los cierras.
La verdad es que me encantaría poder anunciaros la publicación de mi libro, pero eso sería mentiros y ya sabéis lo que yo pienso de las mentiras, simplemente las odio, y pienso que si la gente no tuviera tanto miedo a enfrentarse a la verdad, la vida sería mucho más fácil.
No puedo negar por ello, que si que he tenido una alegría referente a la novela, y aunque para ser sincera, he de decir que creo que me hice unas ilusiones que no eran reales, recibir elogios que no te esperas, alegra mi pobre subconsciente.
Por otro lado, dicen que, "las cosas de palacio van despacio", y mi turbulenta mente de artista, que lucha cada día contra sus miedos, me dice que está a punto de tirar la toalla, dejar de defender el slow life y desesperarse, puesto también dicen que, "quien espera, desespera".
Por otro lado, dicen que, "las cosas de palacio van despacio", y mi turbulenta mente de artista, que lucha cada día contra sus miedos, me dice que está a punto de tirar la toalla, dejar de defender el slow life y desesperarse, puesto también dicen que, "quien espera, desespera".
Pero, tengo la suerte, que si a algo hay que no me gana nadie, es a tesón. Un tesón propio del que sabe que, habiendo lo que hay en el mercado, y viendo reportajes como el último que leí, "Son malos tiempos para los Best Sellers españoles", sabe que el lector español necesita algo más. Necesita creer, recuperar la fe, (y no hablo de religiones), necesita saber que no todo es blanco o negro, necesita creer que existe de nuevo una amplia gama de colores en este arco iris de la vida, y necesita enfrentarse, a través de esos seres que los artistas creamos, a todo aquello que en la vida real no puede enfrentarse por miedo a perder su pacífico modo de vida.
¿Cuantas cosas haríamos si supiéramos que no tendrían consecuencias?
Esto es lo que puede ofrecer un buen libro. Un modo de ser aquel quien jamás seremos. Un modo de escapar a nuestra propia realidad poniéndonos en la piel de un ser de papel que aunque sufra, llore, sienta, ría y ame, las consecuencias de todo lo que hace, se quedan entre las páginas del libro. Aunque... si me permitis, personalmente creo, que un buen libro hace que al terminar sus páginas desees, aunque sea de un modo muy pequeño y sutil, extrapolar las enseñanzas que el protagonista de la historia pueda haberte mostrado, cambiando así en algo nuestras normales vidas, aunque sea sólo por unos momentos.
De todo se aprende en esta vida. Esa es la gracia del ser humano. Que nunca dejamos de aprender.
¿O es que acaso jamás habéis usado, en vuestro día a día, frases que visteis escritas en un libro, o que se dijeron en alguna película o serie de televisión?
Y mientras, yo sigo luchando contra la desesperación de la espera, preguntándome si hice bien en salirme de los cauces normales, saltándome todas las jerarquías y haciendo las cosas como sólo unos pocos las haríamos.
Bienvenidos a una nueva era de Odisea. Y por supuesto... Slow Life!!
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