Ahora mismo podría estar hablando del aniversario del once de Septiembre. ¿Por qué no iba a hacerlo? Es lo que todo el mundo ha hecho este fin de semana. Rememorar lo que ocurrió. Recordar con pelos y señales el horrible acto que unos indeseables hicieron contra la libertad de los ciudadanos.
Pero, si bien mi pensamiento esta con todas las víctimas, o mejor dicho con sus familiares, no voy a hablar del hecho en sí, si no más bien, de sus consecuencias.
Supongo que es normal que después de algo tan horrible, el miedo se apodere del espíritu humano.
Qué triste. Una palabra tan simple como es "Miedo" y que tenga tanto poder sobre nosotros.
¿Cuántas cosas no habremos hecho a causa del miedo? ¿Cuántas experiencias nos habremos perdido? ¿Cuan vulnerables somos frente a los que mandan gracias a esa arma tan poderosa que nos meten en lo más profundo de nuestro pensamiento para tenernos controlados?
Es curioso pero ya desde bien pequeños el miedo nos acompaña en nuestra vida. Unas veces inducido por las palabras de nuestros padres para que no seamos temerarios, otras porque nuestra imaginación va por libre y piensa en cosas que no son, otras por peligros reales y hechos que te ocurren marcando tu vida para siempre...
¿Se puede vencer al miedo? ¿Se puede ser una persona que no tema a nada? ¿Seríamos más poderosos si no tuvieramos miedo?
Supongo que tanto un ser humano de a pie, como uno que sea, por ejemplo, poderoso, tiene miedo. Aunque seguramente, estos miedos serán diferentes. El primero, digo yo, debe tener miedo a no llegar a fin de mes, a no poder comer esa semana, a perder su piso por culpa de unas condiciones bancarias abusivas, a perder su trabajo, tan sólo por que le ha tocado, a no conseguir un lugar en la sociedad laboral, porque ya tiene demasiada edad... etc...etc...
El segundo en cambio, debe tener miedo al fracaso, a perder lo que tiene, a no poder ganar más, a estar solo, a que nadie le quiera por lo que es y no por lo que tiene, a quedarse solo, (si vuelvo a repetirlo), a tener tanto éxito de que todo el mundo le envidie, a estar solo.
¿Cómo debe ser la soledad de los ricos? Siempre me lo he preguntado.
Rodeados a diario de gente que les alaban, que les loan, que casi, casi les adoran. Sin una pizca de sinceridad, de sentimientos simples y llanos. Siempre rodeados de mentiras, de falacias, de engaños, de palabras bien sonantes...
¡¡Qué triste debe ser!!
Algunos deben pensar... Si muy triste, pero a mi que me den su dinero y verás lo feliz que soy.
Pero... volviendo al tema de la entrada de hoy... ¿Tienen miedo los ricos? ¿Los poderosos temen a algo o a alguien? ¿Son diferentes sus miedo a los nuestros?
Y... una pregunta común a todos los seres humanos:
¿Se puede vivir sin miedo?
Viendo que el miedo significa una perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario, yo creo que el miedo se puede superar. O mejor dicho, creo que es un deber de todo ser humano intentar que nada nos asuste.
Todos deberíamos coger al miedo por "las bolsitas de te"* y decirle que ahora ya no tiene cabida entre nuestros pensamientos. Solo con enfrentarnos a él, habremos ganado la batalla.
Slow Life.
*P.D: Los/las Fans de "Sexo en Nueva York", sabrán a que me refiero. Aunque si nos ponemos a pensar no es difícil saberlo.
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