Ya sabéis lo que me gustan a mi las películas de catástrofes donde la humanidad se enfrenta a la destrucción del mundo, ya sea a causa de fenómenos naturales, guerras o extraterrestres varios.
Supongo que esta afición me viene de las lecturas infantiles que compaginaban los cuentos de toda la vida de princesas y hadas, con las historias reales que podía leer en el Reader's Digest del que mi padre era socio.
Me encantaban como aquellos supervivientes se enfrentaban a la congelación en alta montaña, a un ahogamiento casi seguro tras caer de un barco y encontrarse en medio de una tormenta sin nada a lo que agarrarse, o incluso a la inanición, cuando a causa de un accidente que nadie ve, se queda atrapado en un barranco con las dos piernas rotas, en una época donde no existían los móviles. Por no decir, todos los valores que nos mostraban de aquellos salvadores que al final los rescataban.
No sé porqué disfruto con esas películas. Bueno, si. Sé porqué me gustan. Porque parece ser que todo el poder del ser humano, todos aquellos valores sublimes, todos los sentimientos puros (ya sean buenos o malos), sólo surgen en caso de necesidad.
Existe un dicho en mi tierra, que no tiene nada que ver con el tema anterior, pero que dice así:
- En el pot petit hi ha la millor confitura i el pitjor verí
Que significa:
- En el tarro pequeño está la mejor mermelada y el peor veneno
Supongo que en nuestros pequeños tarros existen partes de mermelada y veneno, pero parece ser que nos encanta escupir ese veneno y ver como los otros lo escupen llenando el mundo que nos rodea de, (y dejarme ser soez), de mierda. Sino, no sé porqué las cadenas de televisión llamadas telebasura, tienen tanto éxito. Digo yo que si siguen emitiendo, será porque alguien las ve.
Pues la verdad, y ya sé que esto puede parecer bastante snob, yo debo ser diferente. Cada vez veo menos la televisión y cuando tengo ganas de no pensar en nada, (cosa que a veces es muy necesario), cuando intento ver alguna serie que echan por la caja tonta, acabo pensando lo mismo:
¡¡¡NO SE PUEDE VER LA TELE!!!
Ayer mismo, intenté ver una serie española... la verdad es que la serie es bastante mala, pero uno de los protagonistas está muy bueno y me divierte el papel que tiene en ella. Bueno... A parte de comenzar treinta minutos después de lo que anunciaban, cada diez o quince minutos ponían anuncios, algunos de un minuto, otros de cuatro y otros de vete tu a saber, pues al cambiar de canal, ya que me niego a que me metan en casa por obligación lo que he de comprar, ya no sabía ni siquiera lo que estaba mirando, ni dónde lo estaba viendo.
¡¡¡¡Bufffff!!!! ¿Un día de furia? ¿Solo uno? Para mi todos los días que pongo la caja boba, se convierten en días de furia. Pero... ¿Qué es lo que fuman los que hacen televisión?
Porque espera que hay mas... No harta de los anuncios, va y resulta que cuando vuelvo al hilo de la serie, me veo a una de las protagonistas vestida como su papel exige, anunciando yo que sé qué, pues ya no sé si era un coche o un seguro, o qué...
¿?¿?
¿Es que nos hemos vuelto todos locos? Supongo que esas cosas serán exigencias del contrato, aunque yo te aseguro una cosa, si yo fuera actriz, me negaba en rotundo a ser usada de ese modo, lo cual me da por pensar que no me saldrían muchos contratos... Ja, ja, ja...
No sé yo si vamos bien o si estamos esperando a que ocurra una tragedia gorda para mostrar lo buenos y humanos que somos. Pero te aseguro que por este camino, me niego a caminar.
Solo yo decido que hago con mi tiempo. Pues aunque aún no pueda comprármelo, en eso estoy. Y solo yo decido tener un Día de Furia o disfrutar de un inmejorable día, así que:
Slow Life mis queridos lectores, slow life...
No hay comentarios:
Publicar un comentario