El triunfo de Britney Spear tras su declive

Quien lee mi blog desde el principio, sabe que soy una enamorada de la vida de calidad, pero que también me adapto al mundo real del día a día, donde no todo es perfecto o como nos gustaría que fuera.

Ahora mismo, no recuerdo si alguna vez os he hablado del tipo de música que me gusta y la verdad es que me da mucha pereza buscar entre las entradas ya escritas. Igualmente y aunque en un principio, sobre todo por el titulo, lo parezca, el escrito de hoy, no va sobre música, o al menos, no va solo de música.

Lo primero es aclarar que a parte de algún estilo como el reguetton y el flamenco, me gusta absolutamente todo tipo de música. Desde el chill out, hasta el rock más duro. Desde una melodía clásica, ya sea un vals o incluso una polca, al heavy más macarra, pasando por baladas que te transportan hacia tus sentimientos más profundos o músicas electrónicas que hacen que te descerebres durante un rato y elimines tu strees a través de la adrenalina que gastas moviendo tus caderas a su ritmo.

Por ello y aunque aún no se porqué, no entiendo como la gente se extraña cuando contesto: 

¡Sí! Me gusta Britney Spear.

Me gusta desde que sacó el vídeo donde ponía calientes a todos, absolutamente a todos los hombres heterosexuales, y seguramente a más de una lesbiana, vestida de colegiala inocente, que de inocente, tan solo tenía las trenzas. Me gusta porque es transgresora pero sin pasarse, siempre comedida siguiendo su papel de buena niña americana de, mírame pero no me toques. Y me gusta su estilo musical, que algunos llamarían pop y otros llamarían dance o disco.

Por si no lo sabéis ya, a mí, cuando me gusta un escritor, un cantante, un pintor o un actor, me da absolutamente igual como sea él en su vida privada. Me da igual los vicios que tenga, si es un borde con los que le rodean, la cara que hace cuando se levanta o con quién se acuesta y con quién se deja de acostar. Por ello odio la prensa amarilla, aquella que decide a quién ensalza y a quién hunde en la miseria. Creo que todos los... (iba a llamarlos periodistas, pero es que no creo que se lo merezcan) ...pues eso, odio a todos los que trabajan en algo así, sobretodo, aquellos que les da absolutamente igual acabar con la carrera de alguien, solo porque está pasando una mala racha.

Y eso es lo que hicieron con Spear. La hundieron de tal manera que nadie creyó que remontaría. La verdad es que cuando llegaron a mis oídos las noticias de su hundimiento, me dije, ya lo han vuelto hacer, ya han impedido que esta chica, con lo que me gusta, vuelva a cantar. Pero me equivoqué, y doy gracias por ello, pues la muchacha, salió de su propia pesadilla y se dedicó a hacer lo mejor que sabía hacer, que la gente moviera sus caderas al ritmo de su música.

A ver, disfruto con su música, es bailable y hace que te olvides por un momento de todo lo malo de esta sociedad en la que desgraciadamente vivimos. Pero supongo que para eso existe el arte y aunque pueda ofender a algunos puristas, yo pienso, que cualquier canción, libro, película o cuadro que te transmita algo, se convierte en arte. Por supuesto, hay muchos tipos de arte y no es mi intención compararlos entre si.

¡¡Ok, ok!! Britney Spear solo hace música comercial, música para bailar en las discotecas y de temporada. ¡Vale! ¡Tenéis razón! A lo mejor me he pasado un poco ascendiendo esa música a arte. Pero a su modo, su música llega, y que queréis que os diga: ¡¡Me gusta la Spear!!

Así que os dejo su último vídeo, dónde, haciendo uso del poder que tiene alguien como ella, que tras hundirse ha resurgido con más fuerza, se toma la revancha virtual contra aquellos que han contribuido a que se hundiera, incluso diría yo, aquellos que le han pisado la cabeza mientras estaba en el fango para que no pudiera levantarse. 

Por eso me gusta Britney, porque no solo se ha levantado, si no que ha vuelto a triunfar y nos ha mostrado la verdadera cara de los que disfrutan formando parte de esa basura de la prensa amarilla.

En eso estamos de acuerdo, Britney. Esos tipos son máquinas sin escrúpulos. Seres sin corazón que se excusan en que el público ha de saberlo todo, para infiltrarse en las vidas privadas de los que como tú, lo único que hacen es trabajar en algo que les gusta.

Slow life y disfrutar con el clip!!