¿Hasta dónde llegará el poder y la política para coartar la libertad del pueblo?
Nunca, nunca defenderé la violencia como arma para hacer que nuestros derechos como ciudadanos se cumplan, y por ello, ni defiendo, ni consiento lo que ocurrió frente al parlament de Catalunya ayer. Sí, estamos indignados. Sí, estamos hartos. Sí, nos tienen hasta las mismísimas narices. Pero eso no justifica ni por un sólo momento, la violencia.
Aunque, como ya sabéis, toda versión de los hechos tiene dos caras, y es curioso como tanto las televisiones públicas, como las privadas, no se han hecho eco del vídeo que adjunto, y que gracias a las nuevas tecnologías, ya está circulando por todo el ciberespacio. ¿Es que acaso no se dan cuenta que se encuentran en una sociedad tecnológicamente avanzada? ¿Es que no piensan que no son los únicos que controlan la información? ¿Es que acaso se creen impunes a todo?
El vídeo está en catalán, pero creo que no hace falta leer lo que ocurre, porque se ve perfectamente.
¡¡Joder!! Señores y señorita policía, si han de hacer algo así, haganlo bien. Luego dirán que son secretas, cuando todos van a ver sus caras en Internet. Luego dirán que son los mejores de su equipo cuando la han cagado, pero de tal manera, que todos, todos, nos damos cuenta que ni los buenos son tan buenos, ni los malos tan malos.
Es que incluso yo, que normalmente no me doy cuenta de las cosas hasta que me las explican, puedo ver de lejos que ustedes no son manifestantes. ¿O es que acaso, esas caras de prepotencia y de superioridad, lo que escondían era que estaban cagados de miedo? ¿Qué hubiera ocurrido si esos a los que ustedes incitaron y provocaron para que fueran violentos, les hubieran encontrado? La verdad es que no sé si ustedes tenían miedo. Si yo hubiera estado en su posición lo hubiera tenido.
No defiendo a los violentos y por supuesto no les excuso, pues aunque hubiera provocación, fueron ellos los que continuaron con esos infames ataques a aquellos que no "pudieron" pagarse un helicóptero para entrar al parlament.
Pero con los ánimos tan inflamados que hay, con todo lo que está sucediendo, es una vergüenza que se use a la policía, a aquella en la que debemos confiar, en la que debemos creer, a la que debemos respetar, para inflamar los deseos violentos de unos pocos, que por supuesto, como los políticos, no nos representan.
¿Es que no se dan cuenta que ahora todos los que vean ese vídeo, les conocen? A mi me daría vergüenza haberlo hecho, pero sobre todo, me daría pena, ser tan mal profesional. Al menos, si te pagan para que una manifestación se convierta en un acto violento, hazlo bien, y no te escondas con todos tus compañeros en un párking.
Y luego la sociedad se extraña porque la juventud de hoy día se construye y se pierde en mundos paralelos de juegos de ordenador. Se extrañan porque pasan mas horas frente a una pantalla en vez de en la vida real.
¿Qué vida les estamos dando? Hemos destruido los valores imprescindibles para que una sociedad crezca, se desarrolle y en definitiva, evolucione. El respeto, el honor, el coraje, la fe, (y no hablo de una religión, si no de la fe en general), las ganas de mejorar el mundo.
¿A dónde quieren llevarnos? ¿Hacia dónde quieren que vaya la sociedad? ¿Es que acaso quieren provocar una anarquía? Es que de verdad se creen que podrán parar a todo un pueblo si este se harta de tantas manipulaciones.
Siempre he defendido que las leyes están para cumplirlas. Incluso soy incapaz de colarme en el metro, pero esto no está yendo por el camino correcto.
Señor President de la Generalitat, no se trata así a los ciudadanos. No sabe tratar a su propio pueblo y por supuesto no sabe llevarse a su terreno, a miles de personas que si escuchara y atendiera sus peticiones, le darían la clave para gobernarnos a todos. Está ciego, porque le damos miedo. Y con miedo... Con miedo no se va a ninguna parte.
De acuerdo, no somos como usted, no somos como sus votantes de derecha, no nos conformamos con las migajas que usted nos quiere dar y no entendemos sus recortes, porque eso han sido tijeretazos sin ninguna explicación. No ha dicho porqué lo hace y por supuesto, no ha explicado si hay otras opciones. ¿Es que acaso se cree que haber ganado las elecciones le da derecho a gobernar sin el pueblo? De veras se cree que eso significa ser el gobernante de una ciudadanía que no solo esta descontenta, si no que lo que está es harta.
Usted vaya forzando la máquina hasta que los engranajes ya no puedan más. Veremos si es usted capaz de parar una revolución pacífica, o cuidado, y aunque no la defiendo, una no tan pacífica. Porque usted no sabe hasta donde puede llegar un pueblo enfadado. Y de veras, yo no quiero saberlo. Por eso apelo a su consciencia, (que digo yo debe tenerla), para que pare esto antes de que no pueda controlarlo y por supuesto, no me refiero a dejar a sus perros sueltos sin bozal, si no a una solución pacífica y socialmente aceptable. Porque ni se imagine usted que podrá controlar a un pueblo enfadado y harto, con las fuerzas del orden.
Yo no le voté y aunque antes ya sabía el porqué, ahora aún lo tengo más claro.
Es usted el mismo perro con otro hueso. ¡¡Qué pena!!
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