martes, 4 de octubre de 2011

Cocina Erótica y recetas afrodisíacas


¿Existe la cocina erótica? ¿De verdad hay alimentos que pueden subir nuestra lívido? ¿O acaso tan solo nuestra propia mente es la que nos convence de ello porque alguien nos ha dicho por ejemplo que la nuez moscada es afrodisiaca?

En la época de mis abuelas, existía un dicho que decía que al hombre se le conquistaba por el estomago. ¿Puede alguien enamorarse de una buena cocinera por sus guisos? Pues difícil lo tenemos las mujeres de hoy día que muchas de nosotras nos defendemos bastante mal en la cocina a pesar de los esfuerzos de madres y abuelas para que fuera lo contrario.

Por ejemplo, en mi caso, solo cocino grandes platos cuando tengo amigos en casa o en ocasiones verdaderamente especiales.

Muchas veces me pregunto si se ha perdido el arte de la buena mesa, si se ha olvidado el placer de comer bien, con un servicio completo de aquellos que te hacen dudar de que cubierto has de usar. Con los manteles de lino, velas que alumbran las viandas, copas aflautadas de cristal que brillan en todo su esplendor. Un delicioso vino ya sea un tinto de la Borgoña o un frío Penedés blanco, servido en su justo punto de enfriamiento.

¡¡Ayayay!!! Si es que si pudiera viviría tan bien...

¡¡¡Perdón!!! Me he vuelto a perder. Hablábamos de la cocina erótica y de los alimentos afrodisiacos. Así que vamos a lo que vamos.

De todos es conocido que las especies son uno de los pilares de la cocina erótica. Un poquito de pimienta por aquí, una pizca de curry por allá, un toque de nuez moscada... Eso sí, el ajo, ni mirarlo, eso para los vampiros. ¿Habéis besado alguna vez a alguien que haya comido ajo? Yo tampoco, pero eso debe tirar para atrás cualquier libido.

Podría alargar la entrada de hoy in eternum pero como no quiero hacerme pesada, os propongo un menú erótico por si queréis hacer la prueba, aunque tener en cuenta que el lugar, la mesa, el entorno, e incluso la música han de estar en consonancia con el momento. Si algo falla, al traste con el erotismo...o no... según la confianza que tengáis con vuestra pareja. Como sobre gustos esta todo escrito, voy a describir una puesta en escena erótica al azar, basándome por ejemplo en una noche afrancesada:

Mesa para dos con un mantel de lino color crema, platos de cerámica blanca con bajo plato de madera negro, copas de cristal con pie negro y cubiertos con acabados romos y un estilo minimalista. La música que suena de fondo podría empezar con la sutil melodía de "En Àvril a parís" de Charles Trénet. El truco es que llegue en oleadas muy suaves, el volumen justo. Seguiremos con "La Mer" de Guillaume LeLop, "Moulin Rouge" de André Claveau, y con "La Vie en Rose" de Edith Piaf.

MENÚ
1er Plato. "Mystère d'amour" (Misterio de Amor)
Cortar el rabito de las hojas de rúcula. Partir por la mitad los tomates cherry. Mezclar en un bol la rúcula, los tomates, unos cuantos piñones, los daditos de gruyere y las bolitas de mozzarella, (puedes comprarlas ya hechas, por supuesto). Preparar una salsa con aceite de oliva, una pizca de sal, una cucharadita de mostaza dulce, un punto de tomillo, otro de nuez moscada y un poquito de miel. Regar la ensalada con esta salsa y servir frío. Puedes adornar el plato con unos palitos pelados de zanahoria. Según cómo te comas la zanahoria, ayudará o no al erotismo de la cena.
Para este plato os voy a recomendar un vino blanco griego que probé en una ocasión. Es bastante económico y lo podéis encontrar en cualquier restaurante griego. Se llama "Santorini Asyrtiko" y se ha de servir muy frío.

2º Plato. "Penne Rigate Blanche".
En este plato es importante que compréis una pasta de calidad, y ya que es para un día especial, y aunque no me gusta hacer publicidad, os recomiendo la marca Barilla, que viene en unas cajas azules cuadradas.
Supongo que todo el mundo sabe hacer una pasta al dente. Si no, es recomendable que la hagáis tal y como dice en la caja. Una vez hervida. se hace la salsa. Cortamos en dados pequeños el queso, (emental, gruyere, camembert y un poquito de roquefort). Se pican las nueces peladas y se dejan en trocitos fáciles de masticar, (ni demasiado grandes ni que sea polvo de nuez). Se pone un poquito de vino blanco y una pizca de pimienta blanca, (no os paséis con esta especie que sino, conseguiréis unos Penne a la Arrabiata). Se mezcla todo y Et voilà.
Para este segundo plato os recomiendo un vino de la Borgoña que se llama "Joseph Drouhin, Cotê de Beaune del 2001", es un poco más caro que el anterior, pero no más de cuarenta euros la botella y vale la pena para una ocasión especial.

Postre. "Rêve d'Orange" (Sueño de Naranja)
Compráis dos Muffin de naranja, (a mí me gustan los que tienen en las cafeterías Starbucks). Los desmigáis hasta que quede bizcocho desecho. Cogéis un poco de queso mascarpone, un poco de yogur azucarado natural y un zumo de naranja natural sin pulpa y los mezcláis hasta que quede una suave crema de naranja. Ponéis en el fondo de una copa ancha el bizcocho desmigado, unos dados de naranja dulce y lo regáis con Cointreau, (licor de naranja). Añadís la crema por encima sin que se mezcle con el resto y lo adornáis con unos gajos de naranja. (Por supuesto, os debéis asegurar que la naranja sea dulce).
Podéis acompañar ese postre con un par de copitas de Cointreau.

La música sigue sonando, vosotros embriagados por la buena comida, la compañía mas que grata y los caldos que han regado la cena. El resto queda en vuestras manos, porque... no todo lo hará la comida erótica y sus frutos afrodisiacos. ¿No?

No hay comentarios:

Publicar un comentario