Mira que me lo imaginaba.
¡¡Cuantos politicuchos se han subido al carro!! ¡¡Es que no se salva ni uno!! ¡¡A mi me daría vergüenza mirarme al espejo, tras usar una manifestación en contra de la corrupción política, para hacer campaña!!
¿Queréis que os diga una cosa? Estoy tan harta, pero tan harta de estos buitres carroñeros, de estos sarnosos cuervos, de estas hienas apestosas, que por mucho que ayer dijera que iba a vapulearlos en mi blog, mientras escuchaba que ellos entienden a la gente que se está manifestando, que van a escucharnos y que ellos padecen de igual manera, NO voy a hacerlo.
No se merecen ni una sola de mis palabras. Ni siquiera merecen una sola mención, ni un solo pensamiento.
En cambio, todos aquellos que están acampados en las distintas plazas de diferentes comunidades, los que están enviando comida, mantas, los que organizan asambleas, los que explican, ahora que los medios SI están interesados, en lo que tenemos que decir. Los que nos apoyan desde el extranjero, los que se manifiestan en su país, en señal de apoyo. Los que llaman a la radio pública para pedir respeto, los que osan contactar con emisoras políticas para defender que esto no es un movimiento antisistema, si no un movimiento en contra del sistema político actual. Todos ellos, se merecen no sólo nuestro pensamiento, si no nuestro apoyo a su causa que es la nuestra, nuestra ayuda aunque sea para que nadie olvide que un día de Mayo, los españoles nos hartamos de tragar, nos cansamos de callar, de escondernos, de ser aplastados, de pagar justos por pecadores, de aguantar que los chupópteros sigan sangrándonos.
Estamos cansados de sobrevivir. Queremos vivir dignamente.
Queremos saber que aún tenemos futuro y que vale la pena seguir adelante.
¿Somos antisistema? Puede.
¿Somos revolucionarios? Seguro.
Slow Life!!
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