Cuando
menos te lo esperas, llega a través de las redes sociales una frase a la que no
haces mucho caso al acompañar a un chiste gráfico, aunque, cuando las luces se
apagan y te quedas a solas con tus pensamientos, esa frase repiquetea en tus
sienes porque en verdad ha calado hondo en tu subconsciente.
Al
menos esto es lo que a mí me ocurre a veces. Así ha sido con la frase que da
título a esta entrada.
¿Será
cierto que el ser humano se ha vuelto loco? ¿Será verdad que lo que algunos
pretendemos llamar evolución, se trata solamente de locura? ¿Es posible que lo único
que nos diferencie de nuestros primos hermanos, los simios, es que nos hemos
vuelto locos?
Hace
unos años que, supongo como muchos, me doy cuenta que todo aquello en lo que me
decían que debía creer, está haciendo agua. Parece que como el Titanic,
aquellos poderes que nos habían vendido como estables, se hunden
irremediablemente y en su hundimiento arrastran a los de siempre, a los pobres
y a los desvalidos, a los que no se pueden pagar una justicia, o simplemente a
los que son incapaces de poseer la llave que abre la puerta a una salida digna,
(esto lo entenderéis si habéis visto la peli).
¿Ha
perdido el norte el ser humano? o acaso es que es más fácil ver sus maldades
que todo lo bueno que hay dentro de nuestro corazón.
Para
que comprendáis a que me refiero, os voy a contar literalmente que palabras
acompañaban al título de hoy, recordando que la mejor forma de hacer llegar un
mensaje es disfrazándolo de broma o chiste.
Papá, papá, ¿qué es el ser humano? – le pregunta
un cachorro orangután a su progenitor.
Mira hijo, los seres humanos, son monos sin
pelo que se creen que son los dueños de todo. Construyen cuevas de piedra que
llegan hasta el cielo y su ego y su codicia no conocen límites ya que cogen de
la tierra mucho más de lo que necesitan. Destruyen el hábitat, contaminan el
aire y ensucian los mares. Los humanos esclavizan a otros humanos y dejan que
parte de la manada muera de hambre para hacer más ricos a unos pocos.
Construyen máquinas para matar a otros seres humanos y tarde o temprano se exterminarán
a ellos mismos. Los humanos son solo monos locos.
Bien.
Puede que en esa vorágine de evolución hayamos perdido nuestro camino. Puede
que algunos estén locos y esos mismos locos nos llaman antisistema, pseudo terroristas
y antisociales a los que de alguna manera intentamos retomar las riendas de
nuestra propia evolución.
Ahora
que nadie cree en la política y en los estamentos de poder. Ahora que la gente
tiene cada vez menos miedo a quejarse, a salir a la calle y a decir lo que
piensa. Ahora esos monos locos que nos gobiernan, en vez de mirarse al espejo,
reconocer sus errores y dar una solución que guste a toda la manada, no solo a
unos pocos, ahora ellos deciden lo que está bien y no. Ahora dicen que nadie
debe acosar a un gobernante en su propia casa. Cuando ellos acosan y derriban a
los que no pueden defenderse. Ahora que están viviendo en sus propias carnes lo
que una gran mayoría sufre, ahora vuelven a la carga con lecciones morales que
jamás han cumplido.
¿Está
la sociedad preparada para un cambio en nuestras vidas? ¿Estamos preparados
para decir basta a las injusticias? ¿Podemos cambiar las cosas verdaderamente?
¿Podemos hacer que el gobierno dimita en bloque sin comenzar lo que algunos
temen, que no es otra cosa que una guerra civil? ¿Sería esa la solución o
llegarían otros monos locos que harían lo mismo?
Siempre
me he preguntado, o al menos desde que comprendí que el mundo no es igual para
todos, si existe algún político que de verdad quiera proteger a los más
débiles, que quiera poner al servicio de aquellos que nada tienen, lo básico
para poder vivir dignamente, un trabajo por el que no tengas que esclavizarte
de por vida por miedo a que te echen, una vivienda digna por la que no tengas
que trabajar tantas y tantas horas que ni siquiera te quede tiempo para disfrutarla,
una sanidad pública y de calidad, en la que no te de pavor ponerte enfermo, una
educación que realmente culturice a nuestros jóvenes y no que les aletargue
delante de programas basura que solo enseñan que la cultura no sirve para nada
y que siendo lerdos e imbéciles se gana mucho más dinero que siendo alguien
inteligente.
Y si
existe, ¿van a dejar esos mismos estamentos de poder, en los que ya nadie cree,
que lo haga? ¿De veras van a permitirle que cuide de su pueblo?
La
verdad es que por mucho que me devaneo los sesos, no tengo las respuestas a
esas preguntas. Solo sé que si no aprovechamos el momento que la vida nos está
brindando para realizar los cambios oportunos en nuestra sociedad, vamos a
perder completamente el norte y entonces sí, entonces, tan solo seremos unos
monos locos.
Slow
life. Por un cambio justo y adecuado a las necesidades de todos.
P.D:
Felices vacaciones de Semana Santa, o como queráis llamar a estos días de
asueto, y muchos besos, que como dice mi madre, lo curan todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario