martes, 24 de mayo de 2011

Elecciones en Catalunya Mayo del 2011

¿Quién se queda con el pastel?

Para alguien como yo, que sigue estando a dieta desde que me lo propuse en el mes de Marzo, no es nada alentador tener que hablar sobre las pasadas elecciones, teniéndolas que comparar con un delicioso pastel. Pero, siendo realista, creo firmemente que eso es lo que es nuestro país para los políticos.
Un pastel que se reparten siempre los mismos. Una fiesta a la que los ciudadanos no estamos invitados, y que cuando se nos invita, (una vez cada cuatro años), supongo que una gran mayoría debe estar también a dieta, y por eso ni siquiera se interesa por ese pastel en el que, desgraciadamente, vamos a tener que vivir durante un largo período de tiempo, siendo consecuentes con los resultados que los de siempre han obtenido.

Creo que para entendernos, deberíamos primero saber los datos generales de estas elecciones, basándome siempre en datos oficiales, en este caso, sólo de Catalunya, pues realmente, estoy muy avergonzada del triunfo de la derecha en España, y aunque no voy a felicitarles, he de decir que ante todo tienen mi respeto como ciudadana.

Bien, los datos oficiales de Catalunya son:
Escrutado: 100 %
Votos contabilizados: 2.919.738 que representa el 55.01 %
Abstenciones: 2.388.089 que representa el 44.99 %
Votos nulos: 50.331 que viene a ser el 1.72 %
Votos en blanco: 119.702 que es el 4.1 %

Primero dejad que os diga exactamente que significa cada concepto, sólo para que quede claro.

Los votos contabilizados son aquellos que sirven oficialmente para que los partidos gobiernen o no.
Los votos nulos son aquellos que las mesas electorales consideran no válidos, como por ejemplo, la "magnífica" idea que tuvo alguien, que leí no sé donde, como poner una loncha de chorizo dentro del sobre.
Sobre las abstenciones, (y uso datos oficiales del sistema electoral), existen dos maneras de ser abstencionista. Por una parte la abstención pasiva que representa a todos aquellos que no asisten a las urnas a votar. Y por otra parta la abstención activa, que son los que van a votar, pero que votan en blanco. Esto no me lo he inventado yo, y de una forma u otra, (y hasta que alguien no cambie las leyes electorales), esto ha sido, es y será así. Con lo cual, todos aquellos que ejercían su voto de castigo votando en blanco, lo único que han hecho, es darle más concejales al partido con más votos, haciendo que partidos más pequeños, no lleguen al tanto % necesario para poder estar representados.
Aunque viendo lo visto, no sé que es mejor, pues uno de los partidos que ha crecido más, es uno que defiende el cierre del paso a la islamización catalana, acabar con los guetos de inmigrantes, y terminar con la modificación de la fisonomía europea de Catalunya, con la que están terminando la inmigración islámica, subsahariana, andina y oriental, (estas palabras están tal como las he puesto en su programa electoral), que ha conseguido un 2'3% de los votos en 2011, cuando en el 2007, tenía sólo el 0'43%.

Siempre me he considero una persona liberal, una de mis frases favoritas es vive y deja vivir y jamás entenderé porqué algunos de nuestros ciudadanos consideran peligrosa la inmigración.
A ver, aclaro este punto. Me considero una persona que ama su tierra, que adora la cultura y que aunque piensa que todos podríamos vivir mejor, cree que la inmigración podría hacernos crecer culturalmente, siempre y cuando compartiéramos puntos de vista y aprendiéramos de sus costumbres, a la medida que ellos aprenden de las nuestras. Y fijaros, que he dicho aprender, no compartir. Creo que todo se basa en el respeto al país de acogida y en respetar sus normas, en acostumbrarse al modo de vida del nuevo país dejando en la intimidad las costumbres y las creencias personales. Y sobretodo, en que nuestros políticos, en su afán de ganar votos, no hagan que sus derechos crezcan en detrimento de los nuestros, ya que eso sólo consigue un estado de crispación. Si yo me fuera a vivir a un país extranjero, acataría sus normas y sus obligaciones, aunque mi identidad estaría a salvo una vez llegara a la privacidad de mi casa. Compartiendo mis costumbres y mis creencias con aquellos que quisieran escucharme, sin intentar convencerles que son mejores las mías que las suyas.

Podría estar hablando sobre el tema de la inmigración durante horas, pero esta entrada no va sobre esto, si no, sobre las elecciones municipales que son un reflejo de lo que el año que viene tendremos, puesto que no creo que el gobierno actual arregle en un año lo que no ha podido arreglar en todo su mandato.

¡Que Dios nos coja confesados en Catalunya, el año que viene! ¡Miedo me da!

A parte de esta expresión que, sintiéndolo mucho tenía que soltar, porque se me estaba haciendo un nudo en la garganta, he de expresar que no me avergüenzo de decir que me siento perteneciente al movimiento social de democraciarealya, pero siendo consecuente con mis pensamientos y con mis palabras, y respetando, alabando e incluso felicitando al movimiento 15M, creo que por mucho que se acampe, por mucho que se griten consignas contra los partidos mayoritarios, por muchas cosas que se digan de hacer, si no consensuamos ideas, no se va a conseguir nada.

Digo que pertenezco a democraciarealya, porque así lo siento, porque leyendo el manifiesto, jamás nadie había expresado mis ideas con tanta claridad, porque es un movimiento apartidista y porque lo único que desea es que las cosas cambien, esté en el poder quien tenga que estar.
Realmente nos da igual quien gobierne, siempre que escuche el manifiesto y acate nuestras peticiones como cualquier lobby, (ya no de poder, puesto que no somos un banco, una farmaceutica, o una empresa que ponga su dinero a favor del partido), si no de un lobby de consciencia social, un lobby que pide que los políticos sean honestos, que tengan unos principios y que no quieran enriquecerse con maletines, sobres y demas zarandajas que lo único que hacen es llenarles los bolsillos y que los ciudadanos cada vez crean menos en ellos.
Un gobierno que trabaje para la ciudadanía y no que se aproveche de ella. Unos gobernantes que dejen que cada uno tenga su propia identidad, su lengua, sus costumbres y su cultura, y que no se dedique a enfrentarnos por esas chorradas, puesto que cada ciudadano es del país del que se considera, y no del que las fronteras le dicen. ¿O es que acaso pueden cambiar nuestros pensamientos?

Quiero un gobierno que no crispe a la gente, que le facilite el día a día, que se preocupe porque todos los ciudadanos acaten las normas por igual, sean trabajadores o directivos de banco, sean políticos o ciudadanos de a pie, sean del país o inmigrantes. Las normas existen y no me vale aquella frase tan estúpida de "Hecha la ley, hecha la trampa", pues eso es lo que piensan de nosotros fuera, pues es curioso que una de las frases que escuché durante la conversación con unos amigos, fue que en Estados Unidos se nos considera un país de Toros y Pandereta.

No me gustan los toros. Odio el maltrato animal y la verdad es que no he cogido una pandereta en mi vida. 

Puede que fuera nos consideren así, pero también puede que se equivoquen. Aunque cada vez pienso más en aquella frase que tan poco me gusta:

Un país tiene el gobierno que se merece.

¡¡Miedo me da!!

Slow Life...

No hay comentarios:

Publicar un comentario