lunes, 24 de noviembre de 2014

Las Rosas de Lilith. Volumen 2.



Ante todo, deseo disculparme ante mis seguidores, o incluso, ante aquellos que llegan y se quedan en este blog, buscando otros temas, por esta tan larga ausencia.
¡Cómo pasa el tiempo!
En verdad, me hubiera gustado poder seguir escribiendo en él, pero tal como digo en mi Facebook es adentrarme a escribir mis novelas, que pierdo el mundo real, (en este caso, el virtual), de vista.

¡Bien! Solo quería anunciaros que, al fin, he terminado el segundo volumen de la saga, Las Rosas de Lilith, que no es, sino, la segunda parte de La Máscara Veneciana, la novela con la qué gané el Premio Círculo de Lectores del 2012.
Eso no significa que pueda daros, aún, fecha exacta, para que la encontréis a la venta, pues ahora todo depende de la editorial. Ya os avisaré.

A pesar del duro trabajo, puedo decir que ha sido muy satisfactorio, el escribir esta segunda novela, donde ya no veréis a la Costanza niña. A la tímida damisela encerrada en una sociedad paternalista, que no llega a comprender, si no que os encontrareis con la mujer fuerte, valiente y con coraje, que creo que, de haber existido mujer como ella, hubiera sido.

Sé que los más puristas, o aquellos que se creen a pies juntillas la historia que ha llegado hasta nosotros, dirán que nunca existió durante el renacimiento una mujer de este calibre. Pero la historia femenina, que poco a poco, se va descubriendo, a pesar de que fue oculta por aquellos que la escribieron, nos demuestra todo lo contrario, así que, solo espero, que cuando la novela tenga forma, y pueda llegar a vuestras manos, dejéis la mente en blanco e imaginéis ese mundo, real o irreal, que conforma la vida de Costanza Contanti.

Como he dicho, pasará un tiempo hasta que la novela pueda estar entre vuestras manos. Espero que no mucho, aunque ahora llegue la parte que menos me gusta.
Las discusiones con el editor, (cuando te sugiere que cambies aquí, que cortes allá o que añadas lo que no quieres añadir), pero eso es parte de la idiosincrasia del oficio de escritor. El llegar a un acuerdo con el título de la novela, que tú tienes muy claro, pero que a los demás no acaba de agradar. Y sobre todo la portada con la que se presentará al mundo. Un vestido que puede que tú, como autor, ya tengas pensado, pero que hasta el último momento, aunque seas parte del proceso de elección, por supuesto, no sabes cómo va a quedar.

Como ya sabéis por la Entrada donde os anunciaba la publicación de la primera novela, es emocionante, el día en que el primer ejemplar llega a tus manos. Ahora, como si fuera un parto anunciado, solo deseo tener entre las mías esta segunda, porque realmente es la culminación de la vida de Costanza, que no significa que sea el fin, pues está claro que esta saga, tiene aún mucho que decir, siempre y cuando a vosotros, los que vais a leerla, que sois la única clave del éxito, os siga gustando lo que como autora deseo contaros.

Tan solo me queda dar de nuevo las gracias a los que estáis ahí, al otro lado de este mundo virtual, pues a pesar de no conoceros, vosotros, vuestras palabras, e incluso, vuestra simple presencia en mi Facebook o en mi blog, me alegra y me alienta en el solitario camino del escritor.

Un muy, muy fuerte abrazo virtual y ya sabéis: Slow Life... Qué hacía mucho que no lo decía. 

miércoles, 23 de abril de 2014

¡¡Feliz Sant Jordi!!




No me gustan los días especiales, (aquellos en los que se debe celebrar, por ejemplo, el día del amor, el del libro, o el de la mujer), ya que soy de las que cree que cada día es único para poder demostrar nuestro amor, nuestra cultura, o nuestra libertad. 

Pero, he de reconocer, que el día de Sant Jordi me gusta, y mucho.

No recuerdo haber ido jamás a la Rambla con mis padres cuando era pequeña durante esta festividad, pero sé que en algún momento de mi vida, decidí crear mi propia tradición y buscar un hueco en un día laboral, para pasear por ella, viendo la multitud de gente que recorre este lugar durante el día de hoy, a la búsqueda de la firma de su autor preferido, o para adquirir un libro o una rosa para su amado/a, o simplemente, por el mero hecho de pasear por este lugar maravilloso.

¿Sabíais que ya desde mediados del siglo XV se celebra en Catalunya el día 23 de Abril como la Diada de Sant Jordi, y que ya entonces se regalaba una rosa roja acompañada de una espiga de trigo a la persona amada?
Esto, unido a la decisión de la Unesco en 1995, de convertir este día, en Día Mundial del Libro, cosa que me parece muy acertada, convierten al 23 de Abril en uno de mis favoritos, pues, no hay cosa mejor que el amor a la cultura.

Hoy hace un buen día en Barcelona. El sol brilla, el cielo está despejado, y por supuesto, esta tarde pasearé por mi querida Rambla, empapándome de las sensaciones y de los sentimientos de amor y cultura de todos los que en ella se encuentren. 

¡¡Feliz Sant Jordi!!


jueves, 6 de marzo de 2014

¿"Día de la mujer"? ¿De veras?




Los que ya sois asiduos a este blog, sabéis que no soy yo de hacer las cosas cuando tocan, sino más bien, cuando me apetece. Lo digo porque, a pesar de que el “magnífico” día internacional de la mujer es el día 8 de marzo, yo voy a escribir este blog, hoy día 6, porque sí. Porque me apetece, y porque como Loles León dijo en una charla, porque la primera desigualdad entre hombres y mujeres, es que las mujeres tengamos que tener un día para celebrar todo lo que hemos logrado.

Bien. Ante todo y como veréis, estoy de acuerdo en que NO deberíamos tener un día especial, porque cada día que pasamos en este mundo, desgraciadamente y aún, tenemos que enfrentarnos a esa desigualdad latente, ya sea en sueldos desiguales, en vetos a según qué puestos de trabajo, o incluso a la prohibición de controlar nuestro propio cuerpo.
Dejad que os cuente que durante mi infancia, y los que ya me conocéis un poco, sabéis que me educaron en una familia cristiana y típica de los años 50, aunque yo nací por allí el 70 y pico, mi madre, me dijo algo que jamás voy a olvidar:

- Tu cuerpo es tuyo y con él haces lo que tú quieras.

Claro que ella me lo decía para que no me dejara manosear por los chicos, pero esa frase, con los años, ha tenido una vital relevancia en mi vida.

Yo y solo yo, señores míos, decido que se cuece en mi cuerpo. Yo decido si tengo hijos y cuando los tengo. Mi cuerpo es mío y nadie, ni un esposo, ni un padre, ni un hermano, ni un sacerdote, ni por supuesto un gobernante, puede decidir qué hago yo con mi cuerpo y con lo que llevo o no dentro. Es mi decisión libre, porque soy un ser humano libre, con una capacidad de pensamiento muy superior a la de algunos hombres.

A mí, que me gusta tanto la historia y aprender de nuestro pasado, me da la sensación de que a medida de que los retrógrados llegan al poder, intentan parar la evolución, para retroceder a lo que supongo ellos creen tiempos mejores.
El otro día vi un documental en el que, para mi sorpresa, y con lo poco que sé yo de la historia moderna de Egipto, salía un tal presidente Nasser, que subió al poder en 1953, mientras contaba una dialéctica que tuvo con el Consejero General de los Hermanos Musulmanes. En ella, este le pedía que lo primero que debía hacer era, “imponer el porte del velo a todas las mujeres que salgan a la calle”, a lo que él contestaba, “ Eso sería volver a la época de cuando la religión gobernaba. ¿Cómo quiere que obligue a diez millones de mujeres a ponerse el velo?”

Lamentablemente, sesenta años después, esos diez millones de mujeres que no portaban el velo, se han convertido en más de 60 millones, de las cuales la mayoría, sí lo lleva.
Y yo me pregunto en mi ignorancia: ¿Qué puñetas ocurrió? Simplemente no entiendo, que en vez de evolucionar hasta la plena libertad, en algunas ocasiones, lo que ocurre es que involucionamos, y en el camino hacia el pasado y la tradición, perdemos lo más esencial, nuestra libertad.

A día de hoy, aún en muchos lugares del mundo, la mujer es sometida al poder del hombre, ya sea un gobierno, un esposo, un padre, o un hermano, o incluso a veces y desgraciadamente por una madre o una abuela ancladas en la tradición.

¡Qué pena de hombres aquellos que nunca llegarán a comprender que ante todo somos iguales en derechos!
Solo en derechos, porque las mujeres tenemos nuestra idiosincrasia, y bendita sea esta, porque como decían en los antiguos anuncios de compresas: ¡Soy feliz de ser mujer!

Bueno, como creo que no deberíamos celebrar este día como algo especial, ya que cada día es especial si nosotros lo deseamos, no voy a felicitar a ninguna mujer por serlo, solo os diré que la lucha continua. Y sí, puede que a alguno/a esto de la lucha le parezca demasiado reivindicativo, pero, que le vamos a hacer si provengo de una estirpe de mujeres luchadoras. Algunas lucharon sin hacerse ver. Otras ni siquiera pensaron que estaban luchando, porque hicieron aquello que simplemente deseaban, sin preguntar si era o no lo correcto. Otras incluso sometieron a su poder, (que era mucho), a sus propios esposos, aunque sin que jamás se llegara a notar. Y otras como yo, seguimos luchando cada día contra las desigualdades, aunque solo sea con nuestras novelas y escritos, hasta que los hombres que aún no lo piensan, se den cuenta de que la vida es mucho más fácil compartida a medias con una mujer, porque si unimos nuestras fuerzas podemos comernos el mundo.

Recordar: ¡Ni sumisas! ¡Ni resignadas! ¡Ni invisibles! Ante todo, ¡libres!

P.D: Para aquellos que no relacionen el blog de hoy con la imagen que lo acompaña, solo deciros que el cuadro se llama "La lectura" y es del pintor "Pierre-Antoine Baudouin!
Fijaros en el grito de libertad de este cuadro. Una mujer sola, en su cámara, con el libro que se ha deslizado y su mano bajo sus vestidos, extasiada por la lectura que acaba de leer y que la ha transportado a un placentero mundo donde no necesita a ningún hombre. Os aseguro que para la sociedad de 1760, esto era un verdadero grito de libertad.

Slow Life!!

lunes, 20 de enero de 2014

Un mensaje para comenzar el 2014



Lo primero que he de deciros, es que espero que hayáis comenzado este año 2014 con muy buen pie.

La verdad es que para mí el 2013 ha sido muy bueno, como os lo podéis imaginar, y aunque dicen que el ser humano es ambicioso... Mmmmm... (Sigo sin saber si la ambición comedida es buena o mala), la verdad, es que yo solo aspiro, a que este 2014 sea tan bueno como el anterior.

Quisiera adelantaros que, sin tener que cumplir con unas normas de presentación a un concurso, me estoy regalando con la segunda novela, y aunque no sé, si cuando llegue a la editorial van a recortarla de alguna manera, me gustaría poder ofrecérosla tal y como la he pensado, vamos, lo que vendría a ser la versión “Director’s Cut”, aunque no quiero avanzarme en el tiempo.

Bien, este blog/mensaje solo es para deciros que sigo estando por mi Facebook, pero poquito, (Twitter mucho menos, pues sigo sin hacerme con él), ya que quiero terminar la historia de Costanza lo antes posible.

Ahhh, una cosa más... Estos días he estado viendo algunas reseñas que aún no había visto. Reseñas que he compartido/compartiré en breve en Facebook. Por cierto, a todos aquellos blogs que se están haciendo eco de mi novela, mis más sinceras gracias.
No deja de ser extraño que haya visto algún comentario que, literalmente, “le tira para atrás lo de que sea una saga”. Bien, sin querer ofender a nadie, tendemos a pensar que una saga es aquella que incluye varios libros de un mismo protagonista, cuando en verdad es diferente a lo que podríamos llamar trilogía. Para mí, una saga, es aquel conjunto de libros que a partir de un personaje central, (en este caso Costanza), crece con el tiempo, cambia de protagonista y se transmuta, porque la época en la que ocurre, no es la misma que la novela principal.

Los que me venís siguiendo, sabéis que la historia de Costanza, mi primera protagonista, está realizada en dos volúmenes, porque tuve que adaptarme a las normas del concurso del que resultó ganadora. Así que estoy en deuda con ella, y por ello estoy escribiendo todo aquello que Costanza desea contaros sobre su vida, en este segundo volumen.

Para aquellos que siguen reticentes a lo de la “saga”, solo decirles, que el resto de novelas, van a tener su propia independencia, aunque con guiños al pasado. Cualquiera que no haya leído los dos primeros, va a poder leerlos sin echarlos de menos, aunque por supuesto, aquellos que sí los hayáis leído, disfrutaréis, creo yo, mucho más.

Aclarado este punto, solo me queda desearos que os cuidéis, que disfrutéis de la lectura, y que visitéis numerosos mundos y tierras lejanas a través de esas maravillosas novelas que pululan por nuestro mundo.

Por mi parte, prometo que muy pronto tendré la novela terminada, luego vendrá la parte más difícil, batallar con la editorial...

Y ahora, con vuestro permiso, me vuelvo a la Venecia de Costanza... ;-)

Besitos y Slow Life!!

miércoles, 18 de diciembre de 2013

A mi querida Estel 1997-2013


Creí no poder escribir la entrada de este blog, pero sabía que debía hacerlo, porque de alguna forma te lo debía. Hace unos días tus ojitos se apagaron para siempre. Fue algo tan rápido que casi ni nos dimos cuenta. Nos has dejado verdaderamente solos, Estel, aunque sé que ha sido un final que nadie quería ver, pero que estaba acechándote desde hacía tiempo, hasta que tu pequeño cuerpecito dijo basta.


Sé que muchos no pueden comprender el profundo amor que puede llegar a tener un ser humano por un perro. Los que lo saben, saben también que se les ama incondicionalmente, tal como ellos lo hacen, y saben que el amor se convierte en dolor cuando un día, inevitablemente, debes decirle adiós.

La pequeña Estel, bautizada por mi padre con este nombre, llevaba 16 años entre nosotros, y aunque en un principio comenzó siendo una pequeña cazadora de ratitas de campo en casa de mis padres, en cuanto llegó Sharky a nuestras vidas, ella se quedó tan prendada de él, que al llevárnosla a Barcelona, se convirtieron en inseparables, llegando a ser, lo que quiero imaginar como una especie de pareja de hecho.

Durante tu vida con nosotros, nos has dado momentos de risas, como cuando te sentabas sin ningún miramiento sobre Sharky, reclamando un lugar que habías decidido que era tuyo. Momentos de orgullo, como cuando aguantabas estoica y sin quejarte las curas, después de la operación en la que te tuvieron que abrir y coser posteriormente todo tu tórax. Momentos de inmensa alegría, como cuando demostraste tu valentía al jugar con las olas del mar, sin miedo a ser engullida, mientras Sharky te miraba miedoso desde la orilla, pensando que te habías vuelto completamente loca. O incluso momentos de absoluta incredulidad por nuestra parte, como aquel día que al ir a buscar gamusinos, te comiste tu solista todo un salmón entero con espinas y todo, hecho por el cual nos enfadamos mucho, pero que ahora al recordarlo, siempre nos arranca una sonrisa.



Hemos pasado mucho juntas y sigo pensando que a pesar de tu tamaño reducido fuiste la perra más valiente que jamás he tenido conmigo. Yo sigo añorándote cada mañana cuando sé que ya no volverás a seguirme hasta la cocina para reclamar tu tacita de leche caliente. Añoro tu compañía y el desayunar junto a ti.

Sé que ahora, a pesar de que algunos piensan de que no tienes alma, estarás en un lugar hermoso al que te habrá ido a buscar tu hermano Bobby, tus primos, Skar, Durc y Drac, así como también Tom. Estoy completamente convencida de que esta vida es solo un anteproyecto de lo que nos espera más allá, y sé que tú estás en ese precioso lugar, aunque haya gente que piense que los animales no tienen cabida en ese cielo.

Sharky te echa de menos, pues aún sigue buscándote por todas las habitaciones, extrañado de que no le estés dando la lata. Sé que te añora, pues cuando papá y yo volvemos juntos a casa, comienza a oler nuestras manos, para ver si has vuelto a casa con nosotros, mientras lloriquea al ver que esta vez, tampoco has vuelto.

Querida, queridísima Estel. Siempre estarás en nuestros corazones y en nuestros recuerdos.
Recibe un fuerte beso de tus papás. Porque de algún modo nos convertimos en ellos cuando llegaste a nosotros.